“División”, palabra del día. El oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la organización política más exitosa de nuestra historia, hoy por hoy es un partido irremediablemente dividido. ¿Si fuere comprobado el fraude en la reciente primaria denunciado por Leonel Fernández, la facción danilista lo aceptaría y todos felices? Imposible. ¿Si Gonzalo Castillo es oficialmente proclamado ganador, lo aceptaría la facción leonelista? Imposible también. Son dos posturas objetivamente irreconciliables y mientras ambas aparecen respectivamente poderosas, en virtud del caudal de votos alcanzado por cada una, la lección histórica es que todo reino dividido perece. Se necesitan unos a otros, leonelistas y danilistas, para retener el poder. En esta condición irreparable de escisión, la triunfadora marca PLD empezará su extinción. Inevitable.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas