Medir al éxito en función logros, fama o aprobación es vano, de hacer mediciones hagámoslo en función de cuánto amor genuino nos rodea y cuanta gente valiosa se nos queda. Tener mucho pero muy pocos para compartir es una desgracia. Tener gente por lo que le sumas que ignoran tu esencia, es dramático, porque ¿qué de tus días malos, de tus temporadas inciertas y zonas ásperas? No serás completamente exitoso hasta que alguien ame lo que detestas de ti, donde no te aceptas y pones filtros, o ¡donde no lo mereces! Entonces, un fracaso puede darnos más luz que los destellos de una ruidosa victoria, porque nos enseña que cuando un amor no te permite triunfar, te hace fracasado, pero cuando el éxito no te deja amar te hace esclavo.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas