La verdad nos hace libres cuando la conocemos, no antes. La verdad está por encima de la amistad. La verdad está alineada al amor, la verdad es el camino hacia la paz, y sin duda la esencia de una vida con propósito, no solo con planes y metas, sino una vida que trasciende. Cuando en una relación LA VERDAD se convierte en una opinión, hay inmadurez. La verdad no debe dividir, debe expandir, fortalecer y unificar. El respeto a la verdad ajena no es la paz, es la tolerancia. Todos tenemos derecho a pensar diferente, a creer distinto y a opinar lo que sentimos, no obstante recordemos que La Verdad es El Camino y La Vida, y conocerla tarde por no discrepar puede terminar en un abismo imposible de saltar.