Cuando el fuego de la vida quema los sueños que despiertan nuestras almas y nos devastan las fuerzas y las ganas de vivir, es el momento de tomar las brazas aun encendidas que brotan de las cenizas, y resueltamente proseguir. La verdad es que se pueden cambiar nuestras tragedias en plataformas para escenarios mejores! No importa lo que vaya o lo que venga, que nada te detenga, porque largo camino te resta!

Eclesiastés 3:15 declara: “ Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. Continúa haciendo lo tuyo, celebrando la vida, con sus altas y bajas y Dios hará lo suyo; restaurará tu pasado, bendecirá tu presente y prosperará tu futuro.

Posted in Rosas para el alma

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