No es lo mismo estar con Dios que “que Dios esté contigo”, ni es lo mismo estar “en Cristo” que con Cristo; Tampoco es lo mismo ir a la iglesia que ser la iglesia, ni es lo mismo pedir bendiciones que convertirme en una; No es lo mismo oír hablar de Dios que oír la voz de Dios; ni es lo mismo creer en Dios que creerle a Dios, no es lo mismo estar tranquilos que tener paz con Dios, no es lo mismo aceptar la fe que vivir por fe; no es lo mismo leer la Biblia que vivirla; ni tener una religión que tener una relación con Dios. Él es la pieza que encaja a la perfección en nuestra alma aunque desencaje en nuestro mundo. Se llama Jesús!

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