En una ocasión el vehículo de papá estuvo detenido por casi dos meses debido a que una pieza pequeña pero clave no estaba disponible en la casa automotriz. Que el automóvil estuviera detenido tanto tiempo le llevaba a incurrir en nuevos gastos de transporte, inconvenientes, disconfort, pedir favores, cambios de ruta y hasta una disminución de su efectividad laboral a mayor costo y esfuerzo… finalmente llegó la pieza y él volvió a su normalidad, encender la radio, tararear sus canciones favoritas, disfrutar las horas de trabajo y cumplir puntualmente sus tareas… ¿Que por qué te cuento? Porque tu espera no es desgaste, eres la pieza clave de alguien, la respuesta a una vida pesada, rutinaria y fría, eres el cambio de su risa, la canción de temporada, su nueva razón.

Posted in Rosas para el alma

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