“Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres”. Este profundo consejo de Jesús es un llamado a una prudencia inusual, para cuando estemos de cara al pavimento o de espaldas al chantaje. Es la sobriedad que nos conecta al consejo del silencio, al coraje uniformado para el momento justo, al mosaico preciso para el próximo paso, a hablar con la mirada y mirar con la conciencia; por causa de la fe en la divina providencia y por amor a quienes debemos salvar. Carácter manso para no ser conmovidos y sutil audacia para no ser removidos. Y claro, sencillez, no mostrando que estás dotado de sabiduría divina, de modo que te guardes de ellos, pero no así ellos de ti, pues, su ignorancia será tu ventaja.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas