La inversión china aumenta en Latinoamérica como parte de la estrategia de expansión de la nueva “Ruta de la seda” de Xi Jinping, para conectar a China con todo el mundo y ganar influencia económica y política, construyendo infraestructura terrestre y marítima. La fiebre china ha alcanzado a Uruguay, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Perú, Nicaragua, Chile y Argentina. Por supuesto, Brasil que planea conectarse por vía ferroviaria con el puerto peruano de Chancay; Colombia está girando a China. Lo que indica que los aranceles impuestos por Trump están provocando que la región busque alternativas pese a la amenaza de EEUU de que tomará medidas. RD tiene que pensar en su futuro.