Una de las tareas pendientes del Estado dominicano es la revisión y corrección de algunas variables macroeconómicas claves para que los bancos multilaterales, bancos de inversión, calificadoras de riesgo, tenedores de bonos, y analistas económicos puedan formarse una visión más clara y precisa sobre nuestra economía.

Es una tarea tediosa y aburrida. Sin embargo, resulta necesaria para un país que esté consciente sobre la necesidad de producir estadísticas creíbles. El 10 de agosto de 2009 publiqué un artículo en El Caribe en el cual explicaba que la participación del sector comunicaciones en el PIB de 17.6% que el Banco Central (BCRD) había estimado para el primer trimestre de 2009 no era posible. Mostramos que, en Chile, país que tenía un sector comunicaciones mucho más desarrollado que el nuestro, la participación era de solo 2.8%. Luego de un intercambio productivo, el BCRD, aprovechando el cambio de base para estimar las Cuentas Nacionales (1991 por 2007), corrigió el estimado de la participación del PIB de comunicaciones a precios constantes. De 16.7% que decía tener en enero-junio de 2013 con informaciones del año base 1991, redujo la participación a 1.7% para el mismo periodo con informaciones del año base 2007. A pesar de ese ajuste sin precedentes en la historia económica de la civilización humana, el valor del PIB a precios constantes no se alteró. Lo que sobraba al PIB de comunicaciones fue redistribuido a los demás sectores de la economía dominicana.

El 24 de octubre de 2016, retomé el tema para recomendar la revisión, adecuación y cotejo de los datos del BCRD con los de la DGII. Mostramos un resultado extraño: mientras las ventas totales declaradas por las empresas a la administración tributaria en el período 2006-2015 en Chile, Uruguay, Colombia, Perú, Argentina y Ecuador eran significativamente mayores a los niveles del PIB a precios corrientes de esos países, aquí el valor de las ventas y el PIB prácticamente coincidían, un resultado que chocaba con el sentido común, pues las primeras deben ser siempre muy superiores al segundo. ¿Por qué? Porque mientras las ventas incluyen el valor de las compras de materias primas y bienes intermedios realizadas a otros sectores, el PIB, al ser simplemente la suma del valor agregado generado por cada sector, no las incluye. Si ambas variables coinciden implicaría que el precio de venta de los bienes y servicios es igual a la suma de los salarios, los beneficios, los intereses y la rentas o alquileres de la tierra y bienes raíces. En ese extraño caso, no habría utilización o consumo de materias primas en el proceso de producción.

La revisión, adecuación y cotejo no ha ocurrido. Los gráficos anexos revelan que en Chile la relación Ventas/PIB promedió 3.43 en el periodo 2006-2023. En Guatemala, 2.85 en 2008-2023 mientras que en Colombia 2.15 en 2006-2023. En Ecuador la relación fue 1.72 en 2006-2024 mientras que en Perú fue de 1.68 en 2010-2024. En República Dominicana, la relación promedio de 2007-2024 fue de 1.07. Podría argumentarse que el problema en nuestro caso se debe a que el sector informal no presenta declaración de ventas a la DGII. Dado que el 55% del empleo en el país opera en la informalidad, el argumento debe ser ponderado. Cuando analizamos el empleo informal en los demás países mencionados encontramos que Perú (71%), Guatemala (70%), Colombia (56%) y Ecuador (55%) tienen niveles de informalidad mayores o similares al nuestro.

Aunque el nivel de informalidad es una variable que tiene incidencia en la baja relación Ventas/PIB de República Dominicana, existen otros factores que parecen tener una incidencia mayor. Los sectores de alojamiento (hoteles) y construcción presentan a la DGII declaraciones de ventas bajo esquemas no convencionales que no reflejan el valor total de las mismas. En el caso de los hoteles, al permitírseles declarar ingresos por ventas bajo un Acuerdo de Precios por Anticipado (APA) con tarifas inferiores a las cobradas, los datos reportados a la DGII están muy por debajo de los verdaderos. En 2019, el BCRD estimó que el valor total de las ventas de los hoteles alcanzó RD$263,943 millones a precios corrientes. Para ese mismo año, la DGII tiene registrado solo RD$126,524 millones, un 48% de las estimadas por el BCRD. En el caso del sector construcción, los ingresos por ventas (valor bruto de la producción a precios corrientes) según el BCRD fue de RD$956,786 millones en 2019; la DGII publica que el total de ingresos por ventas fue de solo RD$195,177 millones. Esas dos discrepancias para esos dos sectores implicarían que el valor total de las ventas que publica la DGII está subestimado en RD$899,028 millones. Para el 2019 eso significaría que la relación Ventas/PIB de la economía en general, en lugar de ser 1.01, ascendería a 1.21. Sería necesario revisar si existen discrepancias significativas en otros sectores motivadas por los esquemas permitidos de declaración del ITBIS y del Impuesto sobre la Renta de las empresas, antes de entrar a revisar los estimados del PIB de cada sector que realiza el BCRD. Es justo y necesario.

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