Cómo combatir la corrupción

ILuchar hasta el fondo contra la corrupción“Reforzados por el Espíritu Santo – que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a nosotros y a toda la tierra, y que nos da los frutos – reforzados…

I
Luchar hasta el fondo contra la corrupción
“Reforzados por el Espíritu Santo – que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a nosotros y a toda la tierra, y que nos da los frutos – reforzados en el Espíritu y por estos múltiples dones, llegamos a ser capaces de luchar, sin concesión alguna, contra el pecado, de luchar, sin concesión alguna, contra la corrupción que, día tras día, se extiende cada vez más en el mundo, y de dedicarnos con paciente perseverancia a las obras de la justicia y de la paz” (Homilía Misa Solemnidad de Pentecostés, 24 de mayo 2015).

“La vida de cada comunidad exige que se combatan hasta el fondo el cáncer de la corrupción y el veneno de la ilegalidad”.

“No se puede fundar nada bueno sobre la mentira y la falta de transparencia”.

“Buscar y elegir la verdad no es fácil, pero es una decisión vital que debe marcar profundamente la existencia de cada uno y también de la sociedad, para que sea más justa y honesta”.

“La sacralidad de cada ser humano requiere para cada uno respeto, acogida y un trabajo digno”. “La vida de cada comunidad exige que se combatan hasta el fondo el cáncer de la corrupción y el veneno de la ilegalidad” (Palabras en Florencia con motivo del V Congreso Nacional de la Iglesia Italiana, 10 de noviembre 2015).

“Hay una campaña encabezada por Naciones Unidas para luchar contra el cáncer de la corrupción en todos los ambientes de la sociedad”.

“Cuando las personas luchan para crear una sociedad más justa y transparente, colaboran con la obra de Dios” (Audiencia con los participantes del primer Encuentro Mundial sobre Deporte y Fe, 5 de octubre 2016)”.

II
Decir no a la corrupción
“Estamos llamados a decir ‘no’ a la corrupción, tan extendida que parece ser una actitud, un comportamiento normal”.

“El trabajo es fundamental” y “es necesario que toda la sociedad, en todos sus componentes, colaboren para que sea para todos y sea un trabajo digno del hombre y de la mujer”. “Esto requiere de un modelo económico que no esté organizado en función del capital y de la producción sino sobre todo del bien común” (Llegada a Turín-Discurso dirigido a trabajadores locales, 20 de junio 2015).

III
Apoyar a los jóvenes y desfavorecidos empujados a la corrupción
“Si mi vida es relativamente fácil, hay otros chicos y chicas que no les es relativamente fácil, más aún, que la desesperación los empuja a la delincuencia, los empuja al delito, los empuja a colaborar con la corrupción. A esos chicos, a esas chicas les tenemos que decir que nosotros le estamos cerca, que queremos darle una mano, que queremos ayudarlos con solidaridad, con amor, con esperanza” (Encuentro con jóvenes paraguayos, 12 de junio 2015).

“Pienso en los más desfavorecidos, en aquellos que, por la falta de protección social, sufren las nocivas consecuencias de una crisis económica persistente o de fenómenos relacionados con la corrupción y el mal gobierno, además de padecer los cambios climáticos que afectan a su seguridad alimentaria”.

“¡Son personas, no números, y reclaman que las apoyemos, para poder mirar el futuro con un mínimo de esperanza. Piden a los gobiernos y a las instituciones internacionales que actúen cuanto antes, haciendo todo lo posible, aquello que dependa de su responsabilidad” (Mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación al Director General de la FAO, 16 de octubre 2015).

IV
La honestidad es luchar contra la corrupción
“Un uso solidario y social del dinero”, “hacer crecer la economía de la honestidad” y luchar contra la corrupción que inunda todos los ambientes. Todo ello para que exista “una globalización de la solidaridad”.

“Preocúpense de la relación entre la economía y la justicia social, manteniendo en el centro la dignidad y el valor de las personas y no al dios dinero”.

“A ustedes no solo les he pedido ser honestos, que es normal, sino difundir y radicar la honestidad en todo el ambiente, una lucha contra la corrupción” (Audiencia con miembros y trabajadores de la Banca de Crédito cooperativo de Roma, 12 de septiembre 2015).

“Dios nos ha escogido y bendecido con un propósito: «Para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia» (Ef 1,4). Nos eligió a cada uno de nosotros para ser testigos de su verdad y su justicia en este mundo. Creó el mundo como un hermoso jardín y nos pidió que cuidáramos de él. Pero, con el pecado, el hombre desfiguró aquella belleza natural; destruyó también la unidad y la belleza de nuestra familia humana, dando lugar a estructuras sociales que perpetúan la pobreza, la falta de educación y la corrupción”.

“Un niño frágil, que necesitaba ser protegido, trajo la bondad, la misericordia y la justicia de Dios al mundo. Se enfrentó a la falta de honradez y la corrupción, que son herencia del pecado, y triunfó sobre ellos por el poder de su cruz” (Homilía que el Papa Francisco pronunció este domingo en el Parque Rizal en Manila (Filipinas), 18 de enero 2015).

V
Empieza por ti a combatir la corrupción
“Otra pregunta que me hicieron es la de la corrupción y en el fondo me preguntaba: ¿se puede justificar la corrupción, el pecado por el solo hecho de que todos están pecando y están siendo corruptos? ¿Cómo podemos ser cristianos y combatir el mal de la corrupción? Me acuerdo que en mi patria un joven de 20 años quería dedicarse a la política. Estudiaba entusiasmado, iba de un lado para otro. Y consiguió un trabajo en un ministerio. Un día tuvo que decidir sobre qué cosa había que comprar. Entonces pidió tres presupuestos. Los estudió y eligió el más barato, el más conveniente. Y fue a la oficina de su jefe para que lo firmara. “¿Por qué elegiste este?”. “Porque hay que elegir el más conveniente para las finanzas del país”. “¡No! ¡Hay que elegir aquél que te den más para ponerte en el bolsillo!”. Y el joven le contesta a su jefe: “Yo vine a hacer política para hacer grande a la patria”. Y el jefe le contesta: “Y yo hago política para robar”. Un ejemplo no más, pero no solo en la política, en todas las instituciones. Incluso en el Vaticano hay casos de corrupción. La corrupción es algo que se nos mete adentro, es como el azúcar, es dulce, nos gusta, es fácil y después terminamos mal y de tanto azúcar fácil terminamos diabéticos o nuestro país termina diabético. Cada vez que aceptamos una “coima” y la metemos en el bolsillo destruimos nuestro corazón, destruimos nuestra personalidad y destruimos nuestra patria. Por favor, ¡no le tomen el gusto a ese azúcar que se llama corrupción! “Padre, pero yo veo que todos corrompen, yo veo tanta gente que se vende por un poco de plata, sin preocuparse de la vida de los demás”. Como en todas las cosas hay que empezar, si no querés corrupción en tu corazón, en tu vida, en tu patria empezá vos. Si no empezás vos tampoco va a empezar el vecino”. (Discurso del Papa en el encuentro con los jóvenes en el Estadio Kasarani, 27 de noviembre 2015).

Conclusión
CERTIFICO que todas las citas son textuales, tomadas de las intervenciones del Papa Francisco en los años 2015-2016.

DOY FE, en Santiago de los
Caballeros a los ocho (8) días del mes de febrero del año del Señor dos mil
diecisiete (2017).

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