La decisión de la Junta Monetaria, de mantener la tasa de interés de política monetaria (TPM) en un 7.00 % anual se justifica por varios factores. En primer lugar, se destaca el comportamiento positivo de la inflación, que ha disminuido significativamente a lo largo del año y se sitúa dentro del rango meta establecido.
Esta reducción se atribuye a las políticas monetarias y fiscales implementadas, así como a la disminución de las presiones de la demanda interna.
La información dada a conocer por el Banco Central el jueves destaca la estrategia de esa institución, que busca mantener la estabilidad en un contexto donde la inflación está controlada. Esta estrategia se ha respaldado con una reducción acumulada de la tasa de política monetaria, acompañada por un programa de liquidez que ha facilitado préstamos a tasas favorables para sectores productivos y hogares. Esta acción ha impulsado el crédito y ha contribuido a la reactivación económica.
El panorama proyectado indica que la inflación se mantendrá dentro del rango objetivo en 2024, lo que ofrece espacio para mantener una política monetaria activa y una posible normalización gradual. Se espera que este escenario continúe respaldando el crecimiento económico, que se proyecta hacia un potencial del 5 % en 2024.
La situación económica internacional también influye en las decisiones del BCRD. La reducción de la inflación en varias economías ha llevado a otros bancos centrales a adoptar medidas similares a las implementadas en República Dominicana.
El contexto macroeconómico del país muestra signos de recuperación, con un crecimiento interanual del 4.2 % en noviembre. Se espera que el estímulo monetario y la inversión pública impulsen aún más este crecimiento hacia el potencial del 5 % en 2024. Las condiciones financieras favorables, el crédito en expansión y las sólidas reservas internacionales respaldan esta recuperación y aseguran la estabilidad monetaria y cambiaria.
La política de reducción de la TPM se acompaña de un análisis detallado de las presiones inflacionarias y el impacto en el panorama económico nacional e internacional. Además, se menciona la situación en otras economías, como Estados Unidos, la zona euro y América Latina, para contextualizar las decisiones tomadas por el Banco Central dominicano.
En el ámbito nacional, el informe resalta el desempeño de sectores clave, como hoteles, bares, restaurantes, construcción, manufacturas, servicios financieros y comercio, que han contribuido al crecimiento económico. Se espera que el estímulo monetario y la inversión pública continúen impulsando la actividad económica hacia un crecimiento potencial del 5 % en 2024, lo que se consideraría una de las expansiones más altas en América Latina.
El análisis detallado de las condiciones financieras, el crecimiento del crédito y el comportamiento de las reservas internacionales proporciona una imagen completa del panorama económico interno. Se destaca la estabilidad del peso dominicano y el nivel elevado de reservas, que superan las métricas recomendadas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La reducción acumulada de la tasa de política monetaria en 150 puntos básicos desde mayo se presenta como una medida estratégica para canalizar fondos hacia sectores productivos y hogares a tasas de interés favorables.
Este movimiento ha dinamizado el crédito y ha sido un impulsor fundamental para la reactivación económica. Además, el programa de provisión de liquidez, que ha permitido canalizar más de RD$170 mil millones a través de intermediarios financieros, ha acelerado el mecanismo de transmisión de la política monetaria.
El enfoque del BCRD hacia la inflación es notorio, con la reducción significativa de la inflación interanual y subyacente. Así lo ha dejado saber en diversos momentos. Estos descensos, desde niveles máximos en años anteriores hasta valores cercanos o por debajo del rango objetivo, reflejan la efectividad de las medidas adoptadas. El seguimiento detallado de las presiones inflacionarias, como el comportamiento de los precios de combustibles y alimentos, demuestra un análisis minucioso para mantener la inflación bajo control.
En concreto, las acciones del BCRD, según ha reiterado, están alineadas con tendencias internacionales. La disminución de la inflación en varios países ha llevado a reducciones similares en las tasas de interés de política monetaria, evidenciando la interconexión y la respuesta colectiva a tendencias globales en la economía.
