El Consejo Nacional de Discapacidad (Conadis) trabaja de manera permanente para integrar a las personas con alguna condición especial a las actividades productivas y gracias al trayecto que sigue lo ha ido consiguiendo.Ejemplos hay suficientes y una forma de comprobarlo es cuando se observa una prenda en el cuello de una persona o una artesanía elaborada por un emprendedor con algún impedimento físico, de la vista, de audición o de movilidad, que ha estado bajo la sombrilla de apoyo de la institución.
Al Conadis como órgano rector le corresponde impulsar las iniciativas que tengan las personas con discapacidad no solo en el plano del autoempleo, sino también en el empleo formal. De eso le habló con interés a este diario la encargada de Inclusión Social Laboral, Roselys Eduardo Gavilán, cuando este diario acudió a la sede del organismo.
“Tenemos vivos ejemplos de lo que se ha logrado en estos cuatro años con respecto al emprendimiento a través de la institución”, dice la funcionaria, poco antes de referirse al proyecto “Bazares Itinerantes”, a través del que se identifican las personas con discapacidad con algún tipo de talento, sea para elaborar productos de uso común, artesanía y demás.
“Lo que se hizo fue lanzar o presentar el programa y se instó a las instituciones públicas y privadas a que lo apoyen, solicitando (a esas instituciones) que dentro de sus instalaciones se monte un bazar… que lo promuevan y que se presenten todos los productos. Hay un factor de sensibilización y de mandar un mensaje a la sociedad, de que las personas con discapacidad, independientemente de su condición son entes productivos, emprendedores y demás”, agrega.
Sostiene que se ha logrado el objetivo y en el caso de algunos emprendedores van más allá de la exposición del producto. La ventaja de los bazares que refiere Roselys es que una vez se conocen en una entidad es muy probable que las mismas personas que ven los productos elaborados, sigan requiriéndolos en el futuro a quienes los elaboran. “Ahí emprenden ellos sus propios negocios y se va haciendo un nicho de mercado a través de la exposición de los productos y de los bazares. Se ha dado con muchas personas que han formado parte del programa Bazares Itinerantes”, expone.
Entre los integrantes de ese capítulo hay varias personas que han sido las más prósperas, entre ellos un joven con una condición especial de audición llamado Luis Andrés, otro llamado Netalit Féliz, un barahonero que elabora prendas a base de piedras de larimar; así como integrantes de una institución de sordos ciegos que elaboran productos de limpieza y químicos y que a partir de los bazares se han proyectado.
Dentro de los bazares hay madres de niños con discapacidades que por las condiciones de esos infantes a veces se ven impedidas de trabajar. A través del programa bazares itinerantes se les apertura un nicho de mercado y ellas pueden vender los productos elaborados. Otro nombre que suena cuando se habla de emprendimiento con el Conadis es el de Mercedes Adón, madre de una niña con Síndrome de Down, que partir de los bazares ha tenido gran demanda de los productos que hace.
“Queremos que todos tengan el mismo nivel de demanda. Eso es importante para nosotros. Generalmente lo que más predomina son las artesanías dentro de lo elaborado por los emprendedores”, cuenta la encargada de Inclusión Social del Conadis, observada atentamente por Khayssy Cruz, encargada de Comunicación.
Radio de acción
El programa se ha extendido a Bonao y a Santiago, donde han sido “montados” algunos bazares. Cuando elCaribe le pregunta a Roselys si hay forma de medir en qué región del país ha identificado el Conadis la mayor cantidad de emprendedores, su respuesta fue esta: “Bueno, lamentablemente nosotros tenemos la limitante de que nuestra sede es aquí (en el Distrito Nacional). Por tanto, casi todos los artesanos que tenemos viven en el Gran Santo Domingo (capital y provincia Santo Domingo) y algunos en San Cristóbal”.
En el caso de Netalit Féliz, el de Barahona, cada vez que hay un bazar en Santo Domingo tiene que trasladarse desde su punto de residencia, ubicada en la parte sur.
En Conadis hacen siempre el llamado a nivel nacional a que si alguien conoce una persona con alguna discapacidad, con habilidades para realizar actividades productivas (artesanía, prendas u otros) que lo refiera y dé a conocer para poder integrarlo a la lista de participantes de los bazares itinerantes.
República Dominicana es un país signatario de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, pero falta un cambio de actitud de la sociedad hacia las personas con discapacidad, asegura Roselys Gavilán. “Que los vean como entes productivos y activos y que les den la oportunidad, sobre todo. Ya de legislación estamos bien”, plantea.
