El ministro Pável Isa explica que se utiliza una metodología acorde con la realidad actual; el martes se hará la actividad

El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) publicará el próximo martes un nuevo boletín de pobreza monetaria en el que se utiliza una nueva metodología, que mejora la población de referencia, mejora la canasta y tiene una desagregación territorial más adecuada.

De esa forma, mide la pobreza monetaria por macrorregiones (la del norte, la suroeste, del este y del Gran Santo Domingo) y se incorpora el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en el ingreso agregado, y la construcción de líneas de pobreza por microrregiones.

Los resultados que se verán en el nuevo boletín se presentarán tanto para la Metodología 2022 como para la Metodología 2012. En una visita realizada a Nelson Rodríguez, director del periódico elCaribe, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pável Isa Contreras, explicó que el Comité Técnico Interinstitucional es el que sanciona la metodología y sanciona los resultados obtenidos a través de esa metodología.

Ese comité al que se refiere lo integran diversas instituciones, entre ellas el Banco Central de República Dominicana. El comité recibe –además- el acompañamiento del Banco Mundial y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), especialmente para cuando hay actualizaciones de la metodología de estimaciones.

“Lo que estaremos haciendo el martes es publicar el Boletín de Pobreza Monetaria 2022. Ese boletín, además de la vieja estimación, viene con una nueva estimación, a partir de una nueva metodología”, explicó Isa Contreras en el encuentro. Le acompañó Rosa Cañete Alonso, directora de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

Lo que usted debe saber

Según la explicación del ministro, no son comparables las dos metodologías, sino que una es con una canasta y la otra con una diferente. “Pero estaremos publicando las dos series, la 2016 hasta 2022, con la metodología vigente desde 2012 y la recién aprobada para facilitar el monitoreo con ambas y asegurar la transparencia de los datos (…)”, expuso.

La pobreza monetaria hace referencia al porcentaje de hogares que recibe un ingreso que es insuficiente para cubrir una canasta alimentaria y no alimentaria que le permita llevar una vida digna. Se ha hecho una nueva estimación, sobre la base de una nueva metodología, y esa metodología tiene varias mejoras.

“Quizás la más destacada de ella es que utiliza una nueva canasta a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, de 2018”, apuntó Pável Isa. Recordó que la estimación de pobreza monetaria se hace sobre la base de una canasta normativa (fáctica) en la que se mide lo que se consume.

La Metodología de 2012 utilizaba el patrón de consumo levantado por la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) de 2007. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) publicó en 2020 la nueva Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares realizada en 2018, lo cual ha permitido la actualización de las líneas de pobreza.

El Banco Central cada diez años aplica una nueva encuesta para elaborar nuevos indicadores, indicó el ministro.

Un punto de partida

“Cuando nosotros llegamos, en el 2020, comenzamos a trabajar en la reestimación de la canasta de pobreza, que está dando como resultado esta metodología y esta nueva estimación”, dijo.

Se refiere concretamente a que la canasta de consumo cambió (equivale a decir también que la realidad de estos tiempos es otra un tanto distinta) y hay que utilizar los nuevos parámetros. La nueva canasta es más exigente.

El cambio metodológico no implica cambios en la situación de la población, sino que la actualización y revisión del proceso de medición elevan la vara con la que se mide la pobreza monetaria en el país, es decir, las líneas de pobreza.

“La canasta estaba desactualizada, era necesario utilizar una nueva encuesta y colocar los estándares acorde con estos momentos y comportarnos con más transparencia, y al mismo tiempo eso nos permite tener mejores políticas públicas”, expuso del ministro Pável Isa Contreras, respondiendo a preguntas formuladas por el director de este diario.

En la conversación -sostenida a media mañana de ayer- participaron también Héctor Linares, subdirector de elCaribe, y Elvira Lora, directora de Comunicaciones del MEPyD.

En el año 2012 el país dio un paso de avance en la transparencia y rigurosidad de los datos con los que se mediría de manera oficial la pobreza monetaria, desarrolló una metodología que fue establecida por consenso en el ámbito del Comité Técnico Interinstitucional de Medición de la Pobreza (CTP), que posteriormente se constituyó de manera formal a través del Decreto 112-15.

Desde la aprobación de esta metodología oficial en 2012, se entendió necesario ajustar los indicadores de pobreza a los cambios experimentados por la sociedad dominicana e incorporar las mejores prácticas internacionales que se fueran consolidando.

Por tanto, al cumplir con lo estipulado en el artículo número 4 del decreto, en el 2020 el CTP inició un proceso de actualización e incorporación de mejoras, que fue finalizado en el 2022, a 10 años de la aprobación de la primera metodología oficial. Este proceso culminó con la elaboración del documento “Metodología oficial 2022 para el cálculo de la pobreza monetaria en la República Dominicana”.

Rosa Cañete planteó que no era posible seguir midiendo la pobreza con un patrón de consumo de más de quince años (de 2007). “No podíamos seguir así, porque nos alejábamos de la realidad que tiene la gente en su vida diaria y en su territorio. Es decir, cuanto más desactualizados estamos, menor precisión tenemos en medir la pobreza”, apuntó la funcionaria.

Y agregó: “Imaginen el peso que tenía el gasto en telecomunicaciones en el año 2007 y el que tiene ahora. Ha cambiado totalmente. Si eso no lo integramos dentro de la canasta con que medimos pobreza, la gente está gastando un volumen de dinero que nosotros no medimos”.

“O no le damos el peso necesario, o nuevos productos que han entrado a la canasta y ya se fueron a parte de la canasta típica”, dijo Isa Contreras, reforzando el planteamiento de Rosa Cañete.

Otro factor que ha cambiado bastante en el patrón de consumo, además de las telecomunicaciones es un componente que se plantea como “otros servicios”, como un componente genérico, que ha dado mucho más peso dentro de la canasta. Ahí entran, por ejemplo, el tema de guarderías y gastos diversos en diferentes servicios, que han tomado mucho más peso ahora en el consumo de los dominicanos del que tenían antes. Por eso, la actualización de los patrones es esencial y la composición territorial ha sido también determinante.

Cambios significativos que dejará ver el de ahora

Tanto el ministro Contreras, como Rosa Cañete, explican que la composición territorial ha sido determinante, porque anteriormente se medía haciendo una línea genérica para lo urbano y una genérica para lo rural. Eso metía, por ejemplo, en la misma canasta el Distrito Nacional y cabecera de cualquier municipio.

“Lo que hemos hecho ahora, en esta nueva metodología es construir líneas diferenciadas que incorporan tanto un patrón de consumo, como un costo diferente para cuatro macrorregiones y eso también nos permite ver la pobreza de una manera mucho más ajustada a las diferencias territoriales”, argumentó Rosa Cañete.

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