Nueva York. El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró ayer con un ligero retroceso (-0.05 %), hasta 61.67 dólares el barril, manteniéndose cerca de su nivel más alto en más de un año gracias al levantamiento de algunas restricciones vinculadas a la covid-19 y a la ola de frío en el sur de Estados Unidos.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en abril, el nuevo mes de referencia, perdieron 3 centavos con respecto al cierre del día anterior, cuando habían vivido una importante subida.

Los precios se dispararon el lunes en parte por el recorte de suministro que ha provocado la ola de frío en Texas y las estimaciones de que la producción tarde al menos dos semanas en restablecerse. “La situación en Texas, que es sede de muchas instalaciones de producción y procesamiento de crudo, es preocupante: las temperaturas bajo cero, y los recortes de suministro de electricidad que esto ha exigido han paralizado virtualmente todas las refinerías”, explicó el analista Eugen Weinberg, de Commerzbank.

Según los expertos, también están ayudando a los precios la retirada de ciertas restricciones impuestas para combatir el coronavirus en distintos países y el avance de los programas de vacunación, aunque la lentitud en algunas zonas también preocupa a los inversores.

Los operadores confían en una fuerte recuperación de la demanda de crudo a medida que pase la pandemia, pero también hay temores de que la vuelta a la normalidad vaya a llevar tiempo y ser desigual, tal y como advirtió hoy la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.Los inversores están también pendientes de los datos de inventarios en EE.UU., que podrían mostrar una caída en el período de la semana pasada por las interrupciones en Texas.

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