República Dominicana ha consolidado su posición como líder indiscutible en el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, al superar a la mayoría de sus pares en la región.

Según el último informe del Banco Mundial (BM) titulado “Perspectivas Económicas | América Latina y el Caribe”, el país caribeño está proyectado para alcanzar un crecimiento del 5.1% en el año en curso. Esta cifra coloca a República Dominicana en el segundo lugar en la región, solo detrás de Guyana, una nación cuya economía se beneficia ampliamente de su industria petrolera, cosa que no ocurre a nivel local.

Concretamente, República Dominicana estaría por encima de países como Argentina, que tiene una proyección de -2.8%, Brasil con 1.7%, y México con 2,3%. En términos concretos, el informe del BM, titulado “Perspectivas económicas | América Latina y el Caribe”, prevé que Bahamas crecerá 2.3%, Barbados 3.7%, Belice 3.5%, Bolivia 1.4%, Chile 2.0%, Colombia 1.3% y Costa Rica 3.9%.

En el caso de Dominica, crecerá 4.6%, según dice el Banco Mundial; Ecuador 0.7%, El Salvador 2.5%, Granada 4.1%, Guatemala 3.0%, Guyana 34.3% y Haití -18%. Mientras, se espera que Honduras crezca 3.4%, Jamaica 2.0%, México 2.3%, Nicaragua 3.7%, Panamá 2.5%, Paraguay 3.8%, Perú 2.7%, San Vicente y las Granadinas 5.0%, Santa Lucía 2.9%, Surinam 3.0% y Uruguay 3.2%. El informe deja claro que lo de República Dominicana no es solo un resultado fortuito, sino el producto de políticas económicas sólidas y estratégicas, así como de un enfoque proactivo en la atracción de inversiones extranjeras directas (IED). Durante la última década, el país ha demostrado una capacidad para diversificar su base económica, al aprovechar sectores como el turismo y las energías renovables para impulsar su desarrollo.

Según el informe del Banco Mundial. “El país ha sido capaz de atraer inversiones significativas mediante un enfoque estratégico en la implementación de políticas favorables a la inversión y la promoción de proyectos innovadores y sostenibles”, dice el BM.

Y cita que estabilidad macroeconómica de la nación, reflejada en una inflación relativamente baja, ha contribuido a generar confianza tanto en los inversores extranjeros como en los actores locales. Esta confianza ha sido fundamental para mantener un entorno propicio para el crecimiento económico y el desarrollo empresarial. El crecimiento económico de República Dominicana se produce en un contexto regional y global desafiante. Muchos países de América Latina y el Caribe aún se están recuperando de los impactos económicos de la pandemia de covid 19, mientras que la incertidumbre política y económica en otras partes del mundo agrega presión a la región.

Para tomar en cuenta

Si bien el Banco Mundial resalta el positivo trayecto dominicano, con avances significativos en términos de crecimiento económico, el país aún enfrenta desafíos en áreas como la desigualdad económica y social, la infraestructura deficiente y la sostenibilidad ambiental.

La inversión extranjera directa ha desempeñado un papel crucial en el impulso del crecimiento económico dominicano, como destacó William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Resaltó que República Dominicana es uno de los pocos países en la región que ha mantenido tasas consistentes de crecimiento de la productividad en la última década, lo que evidencia un entorno propicio para la inversión y el desarrollo empresarial.

Transferencias bajas y salarios no recuperados

Según el informe, el sector minero ha sido el principal receptor de la IED en República Dominicana en los últimos diez años. Sin embargo, se observa un cambio estratégico hacia la diversificación, especialmente en áreas como hoteles y alojamiento, así como en energías renovables. Este enfoque en la diversificación refleja la visión a largo plazo del país para fortalecer su economía y reducir la dependencia de sectores específicos.

“América Latina y el Caribe ha llegado a una coyuntura crítica. Si bien en las últimas décadas ha logrado avances significativos en la estabilización económica, el crecimiento se ha estancado, lo que socava el progreso. Se necesitan medidas urgentes para revertir el rumbo”, indica el BM, en un documento titulado “Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer?”.

El BM prevé que el PIB regional se expandirá 1.6 % en 2024. Se espera un crecimiento del PIB de 2.7 y 2.6 para 2025 y 2026. Son las tasas más bajas en comparación con las demás regiones del mundo e insuficientes para impulsar la prosperidad, dice el organismo. Y agrega que muchos hogares están bajo presión porque las transferencias sociales están disminuyendo y los salarios aún no se han recuperado.

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