Aurelio Serrano regentea junto a su esposa un negocio que usa la yuca como materia prima por excelencia

Aurelio Serrano se matrimonió temprano. A la edad de 18 años ya estaba con la mujer que quiere; con ella ha procreado cuatro hijos. La pareja de esposos inició a la vez un negocio de fabricación de casabe.

Con un pequeño crédito hicieron una enramada cerca de su casa para ampliar la fábrica y la techaron con zinc, reemplazando la yagua que usaban tiempo antes como cubierta.

El pequeño negocio es de tipo familiar y eso contribuye a unir más a los miembros del hogar, según le explica Aurelio a este diario. Su esposa Benerita Castillo lidera los burenes, que es el área donde se hornea el casabe, y sus hijas apoyan colando la yuca luego del proceso de prensado y guayado que realiza Aurelio. Es una dinámica que no se detiene y luego entre todos se encargan de envolver y despachar las tortas cuando están listas.
La unión en la actividad se traduce en mayores dividendos y es parte esencial del éxito que se va trillando.

Aunque la familia que lidera Aurelio y su esposa tiene su pequeño conuco en el que siembran yuca para fabricar su casabe, también suelen comprar materia prima a los agricultores de su pueblo Cotuí, provincia Sánchez Ramírez.

Eso les permite producir en mayores cantidades, en este caso unas 500 tortas quincenales, las cuales distribuyen en Santo Domingo, pero también a un grupo de motoristas cotuisanos, quienes a su vez revenden en colmados y pueblos.

De este negocio ya han logrado tener buenos beneficios pues construyeron su casa, según explica la esposa.

De la venta del producto han logrado el sustento familiar y los estudios de sus hijos, quienes asisten a la universidad a prepararse en varias áreas, entre ellas contabilidad, educación inicial y la mayor de ellas inició medicina.

Una de las mayores cualidades de Aurelio y Benerita Castillo, que ha conducido a que vendan un mayor volumen de tortas de casabe es que dan facilidades a sus clientes para pagar. Han tenido que crear mecanismos porque tienen al menos cuatro competidores directos. “Y eso no es algo fácil. Hay que buscar mecanismos y estrategias que nos ayuden a crecer y a competir en espacios donde no estamos solos”, dice Aurelio.

El emprendedor es un cuidador de la naturaleza y no desperdicia nada. “Yo aprovecho todo, busco la leña de las empalizadas que quitan, de árboles secos. Busco los cocos, hasta la cepa de guineo para montar el guayo y las hojas secas también para marear la yuca”, comenta, con las expresiones que suelen acompañar a los residentes de las zonas rurales o campos del Cibao del país.

Sobre sus planes futuros, Aurelio dice que anhelan comprar una máquina para guayar más rápido y mayor cantidad de yuca, además de agrandar el quiosco donde producen el casabe y acomodarlo de una manera más práctica para facilitar y agilizar el trabajo.

Este fajador, que solo llegó a un octavo curso, expresa con sabiduría que está enfocado en su familia porque quiere que suba y salga adelante. “Por eso les enseño el valor de la honestidad y la educación; esas son las mejores herencias que puedo dejarles”, indica.

En una dirección similar caminan las opiniones que emite Benerita, quien asegura que siempre apoya a su esposo en sus planes y en toda labor productiva que se embarca. A Aurelio se le puede ubicar para fines de negocio por los teléfonos (809) 629-0032 y (829) 471-1995.

Una nominación

Aurelio Serrano fue nominado a premios Citi 2017, del Banco Citi.
Precisamente en 2019 esa premiación en la República Dominicana entra en la decimoquinta edición.

De esa forma Citi reconoce el emprendimiento de micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales contribuyen al desarrollo de sus comunidades en el país. La pequeña empresa de Aurelio Serrano ha estado dentro de las que realizan esa contribución a la que se refiere el banco.

Para participar de la iniciativa de la Fundación Citi, los interesados deben recopilar su historia de vida y fotografías en la que se muestren realizando su actividad de negocio, además de suministrar el formulario correspondiente.

La unión entre los miembros del hogar ha conducido a que haya resultados.

Los seleccionados son evaluados en las categorías: Microempresa Familiar, Microempresa Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente, Microempresa Agropecuaria, Microempresa Educativa, Microempresa Joven Emprendedor, Microempresa de Manufactura, Comercio y/o Servicio y Microempresa Unipersonal. Además, se entregará un reconocimiento y único premio a la Microempresa del Año y a la Institución Microfinanciera más Innovadora del Año.

Aurelio también ha recibido apoyo de la Fundación Dominicana de Desarrollo, vía un microcrédito que lo condujo a dar los primeros pasos y le ha guiado hacia el fortalecimiento de un negocio del que tiene mayores aspiraciones.

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