Apenas el 3 % de la matrícula de educación superior estudia carreras técnicas. Industria necesita tecnólogos

Las tendencias globales se encaminan a la promoción y desarrollo de carreras técnicas de corta duración para la especialización y elevar las competencias de los trabajadores.

El giro responde a las transformaciones que experimentan los sectores productivos. Pero la República Dominicana no corrió al mismo ritmo. Hoy, el sector industrial y empresarial demanda de un talento formado en los escasos centros de educación superior, que no alcanzan a suplir esta necesidad.

Estudios estiman que apenas un 3 por ciento de la matrícula de educación superior está estudiando carreras técnicas de dos años (nivel técnico superior), porcentaje muy por debajo del 20% observado en América Latina y del 33% registrado en países de la OCDE. “La limitada oferta de educación técnica superior contrasta con la percepción de necesidades de los sectores productivos. Tanto en el empresariado como en la academia se reconoce un estigma social que crea preferencia a programas universitarios en vez de técnicos” precisa el documento “Formación del Talento Humano Frente a la Demanda Actual y Futura de la República Dominicana”

Para suplir este déficit, a nivel estatal, el país cuenta con dos reconocidos centros. Uno de ellos es el Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA), único especializado en educación tecnológica a nivel local.
Su propuesta curricular se especializa en las áreas: desarrollo de software, redes de información, multimedia, mecatrónica, manufactura automatizada y seguridad informática. Su escuela de idiomas le da un valor agregado.

En sus 23 años de existencia, la entidad graduó a 4,480 tecnólogos. Aunque su creación data del 2000, el plan de estudio superior arrancó ocho años más tarde. La otra entidad estatal facultada para otorgar títulos bajo esta modalidad es el Instituto Técnico Superior Comunitario (ITSC). Integran su oferta veintisiete carreras, distribuidas en las ramas de la salud, informática, artes, hotelería, construcción, industrial y electromecánica.

Pese a que cada vez son más los egresados de las áreas alineadas a las actividades económicas, la brecha es amplia. “Esta baja cantidad de estudiantes de educación técnica superior contrasta con la demanda de estos egresados en el sector privado”, indica el referido estudio, publicado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (Anje).

Omar Méndez Lluberes, rector del Instituto Tecnológico de Las Américas, no está ajeno a esta realidad. Admite que la necesidad de adquirir recursos humanos con las competencias adquiridas en los centros de educación superior es mayor que la capacidad de respuesta.

“Si te vas a Estados Unidos, ves que el técnico superior y los community college es el 42 por ciento del 100 por ciento de los profesionales de esa nación. En contraste,con la República Dominicana, si buscas los números, ves que está por debajo del 5 o 6 por ciento el nivel técnico superior, el resto es grado. Sin embargo, la industria está demandando técnicos en todas las fuerzas vivas del país”, afirma.

Entiende que ha faltado implementar un programa para concienciar a los jóvenes que un técnico superior tiene el mismo peso que un grado. Es un profesional enfocado a un área de especialización”, sostiene.
Puesto que observa un prejuicio en todo esto, “Si soy un técnico superior, un tecnólogo, no me consideran como un profesional”, expresa.

No es el título, son las competencias

Percepción parecida tiene el rector del Instituto Técnico Superior Comunitario (ITSC), Pedro Quezada. “El sector productivo ha entendido que lo que necesitan más las empresas son técnicos con altas competencias más que profesionales, licenciados o ingenieros”, asegura.

Su experiencia en el área, le permite afirmar que en la actualidad “no se te exige tanto un título de grado, sino las competencias para desempeñar el puesto”.

Al citar los indicadores de la fuerza laboral en el ámbito global, precisa que en nacionales europeas los técnicos son más demandados. Inclusive perciben mejores salarios que profesionales con grados.

Aunque muchos van tras los títulos tradicionales que ofrecen las universidades, las certificaciones en técnico superior tienen un alto valor entre los sectores económicos. Son los que cada vez incorporan más tecnologías y automatización a sus procesos de producción.

La transformación en los perfiles del personal requerido se refleja en la citada investigación. Conforme a las empresas encuestadas, entre las diez titulaciones con mayor proyección de contratación en los próximos años para los sectores de agropecuaria, industria y servicios, cinco son de educación técnica superior. Esta reestructuración, evidencia, según el estudio, que las disciplinas más demandadas de cara al futuro, están relacionadas al (STEM) académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en su mayoría técnicos medios y superiores.

Una importante oportunidad de empleabilidad está en el sector zonas francas. “Nos están demandando muchos técnicos, pero no los tenemos”, dice el rector del ITSC a elCaribe. Actualmente, el Técnico Superior en Tecnologías de Manufactura tiene apenas 42 estudiantes.

“Hay que hacer una campaña para que entiendan que ahí hay un nicho de oportunidad porque si usted se gradúa de Manufactura, va a tener múltiples zonas francas que lo están esperando”, propone Pedro Quezada. En ese sentido, menciona que la Asociación de Comerciantes Industriales de Santiago está dispuesta a donar al instituto un terreno en los espacios de zona franca, para una extensión allí. Esto en atención a la demanda de técnicos en las áreas de logística, manufactura y tecnología.

Tecnólogos tienen alta empleabilidad

Pese al déficit en el presupuesto institucional, que según el titular del ITSC ronda el 40 por cierto, se atreve a asegurar que “los laboratorios que tenemos acá son mejores que los de la mayoría de las universidades”. La entidad se administra con un presupuesto de 597 millones de pesos. Poco más que el del ITLA, que maneja 430 millones de pesos.

Sin embargo, garantiza que cuando un técnico sale del ITSC está correctamente entrenado en las prácticas y en manejo de las herramientas de la actividad productiva estudiada”. Con orgullo introduce el tema de la inserción laboral de sus egresados. Su ejemplo estrella, es la carrera técnica Enfermería, de cuyos graduados, dice, encuentran trabajo en el área en casi su totalidad.

La acogida en el mercado de los tecnólogos en Electricidad y Refrigeración es de 68 y 75 por ciento. Según datos del ITSC, el resto hace proyectos de emprendimiento. De las carreras vinculadas a las tecnologías, encuentran trabajo el 80 por ciento. Respecto a los egresados del ITLA, la inserción laboral promedio de sus egresados ronda el 92 por ciento.

Su rector atribuye el alto porcentaje de inserción a la construcción de una marca con reconocimiento local e internacional. “Cuando tienes una marca fuerte reconocida, las empresas nos buscan y nos llaman. No damos abasto, porque nos piden siete y ocho y tenemos que mandar uno y dos”, cuenta.

Anje aboga por alinear carreras con sectores

Para la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (Anje) resulta de alto interés la promoción de la educación técnica superior. Al grado de calificarlo como “uno de los problemas más significativos para nuestra competitividad” Evidencia una necesidad de alinear ambas carreras producidas con las demandas del mercado laboral para colocar a los dominicanos en una posición de asegurar su éxito y desarrollo profesional. “A modo de ejemplo, es crítico considerar la enseñanza en áreas Steam e idiomas si queremos un país con un capital humano adaptado a las exigencias del mercado global. Igualmente, debemos aumentar la inversión pública en la educación técnico superior, pues si bien es cierto que ha ido creciendo, todavía está por debajo del promedio latinoamericano”.

Rector ITLA
El reto es seguir apoyando instituciones dedicadas a la formación técnica superior de corta duración, que pueda suplir la demanda de la industria”

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