La Habana. Cuba, Venezuela y Nicaragua cerraron filas con sus socios de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en su pulso con EE.UU. por su exclusión de la Cumbre de las Américas.

En una cumbre de líderes de la ALBA celebrada en La Habana, los presidentes de estos tres países reiteraron sus críticas a EE.UU. por no invitarlos al encuentro, y resaltaron las quejas que ha suscitado esta decisión en todo el continente.

En el comunicado final, subrayaron que la exclusión de la cita que se celebrará en Los Ángeles (EE. UU.) entre el 6 y el 10 de junio, es “arbitraria, ideológica y políticamente motivada”, además de suponer un “grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas”.

“Esa decisión unilateral es un grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas que ofende a los pueblos latinoamericanos y caribeños”, señalaron los países miembros del foro regional tras concluir una cumbre de un día en La Habana y convocada por sorpresa el pasado martes.

Según el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se trata de prácticas “antidemocráticas” e “injerencistas”, cuando a EE.UU. “ni política ni moralmente les corresponde” el derecho de decidir quién puede asistir a la cita. Criticó en concreto que EE.UU. se arrogue un “poder fiscalizador de la democracia” y afirmó que allí “no son capaces de asegurar un espacio plural” e “irrespetan las diferencias” entre los distintos sistemas políticos.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó a su vez de “errática” la convocatoria porque “se pretende excluir de esa reunión que se autodenomina Cumbre de las Américas” a países que integran el continente.

“Los pueblos de la región no podrán ser jamás excluidos de ninguna reunión que pretendan llamar cumbre, los pueblos de las Américas estamos hoy más firmemente claros de lo que es nuestro destino, nuestro destino es la unión, la liberación”, manifestó.

Maduro resaltó además el significado que a su juicio tienen las críticas que ha suscitado la exclusión en el continente: “Hemos combinado en el transcurso de esta semana el enorme poder que tiene la conciencia latinoamericana y caribeña”.

Maduro destacó especialmente el papel del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por ser el primer líder latinoamericano que advirtió que no acudiría a la Cumbre de las Américas si se excluía a algún país.

Otro de los líderes que avanzó que no participaría en una cita con exclusiones fue el presidente de Bolivia, Luis Arce, quien este viernes en La Habana reiteró su decisión. “Rechazamos la exclusión de pueblos hermanos en la Cumbre de las Américas”, aseguró Arce, convencido de que “ningún país puede arrogarse el derecho de decidir quién forma parte o no del continente”.

Además de México y Bolivia, otros países de la región han puesto en duda su participación en la Cumbre de las Américas, como Honduras y Guatemala; mientras que varios más han expresado su desacuerdo, como Argentina y Chile.

En este sentido, Díaz-Canel destacó la “enérgica oposición” que ha encontrado la decisión estadounidense en la región: “El Gobierno de EE.UU. desoye el reclamo de una verdadera cumbre hemisférica con todos los países del continente”.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consideró al intervenir en videoconferencia que la Cumbre de las Américas ha dejado de ser un “arma útil” para aplicar su Doctrina Monroe, porque “en el mundo ya no existe espacio para el hegemonismo”.

Dudas ante la cumbre y los participantes

A menos de dos semanas de la cita, EE.UU. no ha publicado aún la lista definitiva de participantes, pero ha confirmado que no contará con Venezuela ni con Nicaragua. No ha aclarado qué hará finalmente con Cuba, aunque Díaz-Canel ha asegurado que “en ningún caso” acudiría a la cita en Los Ángeles. La Cumbre de las Américas, iniciada en 1994 por EE.UU. con un encuentro en Miami, no tiene una estructura definida que fije quiénes son sus participantes y deja en manos del anfitrión las invitaciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ejercerá de anfitrión de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles (California) el miércoles 8 de junio, informó este viernes la Casa Blanca. En un comunicado adelantado a Efe, el Gobierno estadounidense indicó que el presidente y su esposa, Jill, viajarán a la ciudad angelina el miércoles, el tercer día de la cumbre, que está previsto se celebre del 6 al 10 de junio. Biden y su esposa serán los anfitriones de este encuentro que según el comunicado busca “unir” a los Gobiernos de la región a la hora de afrontar “retos apremiantes”, entre los que cita la gestión de la crisis migratoria, la lucha contra el cambio climático, la prosperidad económica y la gestión de la pandemia.

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