Debido a la crisis de población, que están atravesado algunas ciudades de Bélgica, que ha provocado una masificación de casa deshabitadas, las autoridades han decido imponer una serie de multas que van desde 500 hasta 12,500 euros a las personas que dejen sus casa desojadas.
«Mantener desocupado un edificio o una parte de un edificio destinado a vivienda constituirá a partir de ahora una infracción», resumió Christophe Collignon, ministro valón de Vivienda. «Esta medida se ha esperado durante 10 años. Dentro de unos meses, podremos volver a poner en el mercado algunas viviendas desocupadas», dijo el ministro en declaraciones a Le Soir.
En concreto, cualquier vivienda con un consumo inferior a 15 metros cúbicos de agua al año o menos de 100 kWh al año se considerará desocupada», explicó Elio Di Rupo, ministro-presidente de Valonia. «Un juez podrá ordenar cualquier medida útil para ocupar una vivienda» y que «también se prevén multas por largos periodos de desocupación», añadió.
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Con este arsenal, Valonia luchará contra las numerosas viviendas vacías animando a los propietarios a considerar cualquier posibilidad que permita una ocupación óptima, explican desde el gobierno valón. «Con la crisis de la vivienda que estamos viviendo en Valonia, ya no es normal dejar ciertas propiedades deshabitadas.
Según Le Soir, la multa aplicable a los propietarios será de entre 500 y 12.500 euros por vivienda, «en función de la longitud de la fachada y del número de plantas de la vivienda, durante un periodo de doce meses sin interrupción de la vacante».
