Barcelona. El Tribunal Constitucional de España sentenció el martes que el referendo independentista de Cataluña fue anticonstitucional, dando peso legal al esfuerzo del gobierno por impedir la secesión promovida por los líderes de la próspera región.
Armado con el fallo, el gobierno conservador del presidente Mariano Rajoy se encuentra en una posición más fuerte para despojar a Cataluña total o parcialmente de su autonomía. Rajoy dio plazo a los secesionistas hasta el jueves para retractarse de sus pretensiones de independencia. La sentencia no causó sorpresa, ya que Madrid había insistido que la votación era ilegal. Pero el Congreso catalán sancionó la llamada “ley del referendo de autodeterminación” a principios de septiembre, y las autoridades convocaron la consulta para el 1 de octubre para decidir si la región debía separarse de España. Según las autoridades catalanas, ganó el “sí” y el resultado les dio mandato para declarar la independencia. A pesar de la sentencia, los partidarios de la secesión no dieron señales de retractarse.
