Un promotor de salud de MSF monitorea las condiciones de salud de los pacientes enfermos en un centro de tratamiento del cólera. Haití, octubre de 2022. © MSF/Alexandre Marcou
Un promotor de salud de MSF monitorea las condiciones de salud de los pacientes enfermos en un centro de tratamiento del cólera. Haití, octubre de 2022. © MSF/Alexandre Marcou

Santo Domingo, 15 mar (EFE).- El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pide que se respete el acceso de la población a la atención médica y al agua segura en Haití, donde las necesidades humanitarias son «innumerables» en medio de la «violencia armada exacerbada» que el país sufre desde finales de febrero.

Desde 2020 Haití se encuentra en una situación de crisis prolongada a la que se suman crisis humanitarias de emergencia «cada vez más recurrentes, como la que estamos viviendo en este momento», lo que conlleva «un agravamiento» de las condiciones humanitarias ya existentes, dice en una entrevista a EFE la jefa de la delegación del CICR en ese país, la peruana Marisela Silva Chau.

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Con el incremento de la violencia en Haití -donde unos 5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria (de una población total de 11 millones) y hay niveles de hambruna equiparables a otras zonas del mundo- se producen restricciones de movimientos por el miedo de la población a resultar herida o morir, al tiempo que aumentan los desplazamientos de personas que huyen de la violencia.

Todo ello afecta en gran medida al acceso a la atención médica y al agua segura, por lo que estos son asuntos prioritarios para la delegación del CICR en Haití.

La gran presión sobre la atención sanitaria en haití

«La violencia armada no solo puede generar un impacto en términos de falta de acceso a la atención médica por el riesgo a ser herido o muerto en movimiento» a la hora de ir a un centro sanitario, sino que tampoco las ambulancias pueden circular y el personal sanitario tiene muchas dificultades para acudir al trabajo.

Silva indica que solo quedan dos hospitales con capacidad para recibir heridos por arma de fuego en los alrededores de las zonas afectadas por la violencia en Puerto Príncipe (las cercanías del aeropuerto y algunas áreas del centro de la ciudad con estructuras sensibles).

Esto supone «una sobrecarga» para esas clínicas, que, además, «deben de luchar para mantener un stock de productos médicos, que no se reponen porque no hay acceso a los insumos» por bloqueos al aeropuerto o el puerto.

Los haitianos se enfrentan así a un doble peligro, morir o ser heridos como consecuencia de la violencia y también por la falta de acceso a la atención médica.

Para favorecer este acceso, el CICR trabaja a tres niveles: formación de agentes comunitarios que brindan los primeros auxilios para estabilizar al paciente antes de poder ser trasladado a un hospital (ya se ha formado a unos 300), apoyo a los hospitales con insumos médicos y quirúrgicos y gestiones con diferentes actores para que las ambulancias puedan circular.

El CICR también trabaja para facilitar a las comunidades más afectadas el acceso al agua segura, al igual que a los centros sanitarios para que puedan funcionar.

En estos últimos días de violencia «exacerbada, coordinada y múltiple», el acceso al agua segura se ha visto todavía más afectado, en especial, precisa Silva, a nivel de las personas desplazadas porque, al incrementarse su número, aumentan también las necesidades y la capacidad de responder a ellas es menor.

Sin buenas perspectivas a corto plazo

Silva se refiere también a la importancia de promover «una complementariedad» entre las organizaciones humanitarias que trabajan en Haití porque las necesidades son muchas y, reconoce, aunque su «contribución tiene un sentido, no es suficiente todo lo que se hace».

En especial, cuando, conforme a las informaciones de que se dispone, «no hay visibilidad sobre una mejora a corto plazo de la situación, lo cual coloca bajo más presión a la población, y ello significa que las necesidades humanitarias van a aumentar».

«Este tipo de episodios evidencia que se necesita un compromiso de la comunidad internacional para mantener y reforzar esos recursos que requieren las organizaciones para abordar y responder a las necesidades humanitarias de la población» sobre el terreno, afirma.

Además, la jefa de esta delegación del CIRC pide a todos los actores de la crisis haitiana respeto a la vida, a la integridad de la población y al acceso a los servicios esenciales.

«Para el CICR es importante que en cualquier circunstancia, en cualquier tiempo, se respeten los principios humanitarios porque solamente a través de ese respeto va a ser posible encontrar una salida a cualquier situación, (…) va a generar un espacio para poder encontrar un entendimiento, una vía hacia delante», concluye Silva.

EFE, Almudena Casado

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