BOGOTÁ. Decenas de miles de colombianos de todas las condiciones sociales expresaron ayer jueves en las calles del país su rechazo a las políticas del presidente Iván Duque, una jornada mayormente pacífica que fue empañada al final por vándalos en Bogotá y Cali, lo que obligó a imponer toque de queda en esta última.
Verdaderos ríos humanos recorrieron desde esta mañana calles y avenidas de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Cúcuta y otras capitales bajo una sola consigna, pedir al Gobierno cambios en su política económica y social para frenar la desigualdad y la pobreza.
El eje de la protesta convocada por las centrales obreras, que prácticamente paralizó toda actividad en el país, fue el rechazo al “paquetazo” de medidas económicas que, según los sindicatos, el Gobierno de Duque quiere proponer al Congreso para modificar el régimen laboral y de jubilaciones en detrimento de los trabajadores.
“Este paro nacional básicamente tiene como propósito rechazar las reformas laboral, pensional y tributaria del Gobierno de Iván Duque que van en contravía de derechos conquistados por el movimiento sindical y por los trabajadores en años de lucha”, dijo a Efe Carlos García, miembro de la Coordinadora de Organizaciones Sociales (COS).
Las organizaciones sociales también reclaman al Gobierno un mayor compromiso con la implementación del acuerdo de paz con las FARC.