Washington, DC. En Virginia, Alabama, Florida o Carolina del Sur, por todo el sur de los Estados Unidos, los monumentos en honor a la Confederación que defendió la esclavitud en la Guerra Civil están cayendo poco a poco, 155 años después de acabar la contienda.

No es un movimiento nuevo. Desde hace años las estatuas erigidas en memoria de los militares que lucharon en el bando sudista han ido desapareciendo paulatinamente, pero la lucha contra su presencia cobró fuerza en las protestas contra el racismo y la violencia policial desatadas por la muerte del afroamericano George Floyd en Minesota.

En esta nueva oleada de revisionismo de los monumentos y memoriales que honran a quienes defendieron la esclavitud, el racismo o posteriormente la segregación racial, están cada vez más implicadas las autoridades locales y la población en general.

“Derribar las estatuas no va a resolver el problema (de la discriminación o la violencia policial), pero es algo que debe hacerse” si lo que se busca es una sociedad justa, declaró a Efe Ronald Hall, profesor de Asuntos Sociales de la Universidad Estatal de Michigan.

“Enaltecer a personas que creían que la gente negra era inferior destruye la moral nacional y destruye al país”, agregó.

Trump contra la corriente

Quien se mantiene contracorriente es el presidente Donald Trump, que se ha mostrado en contra de ese revisionismo, a pesar de que incluso el secretario de Defensa, Mark Esper, dijese que estudiaría la conveniencia de retirar los nombres de jefes militares confederados de una decena de bases que los llevan, todas en estados del sur.

“Mi administración ni siquiera considerará el cambio de nombre de estas instalaciones militares magníficas y legendarias. Nuestra historia como la nación más grande del mundo no será alterada. ¡Respeta a nuestros militares!”, tuiteó Trump el miércoles.

Ese mismo día, el Comité de Servicios Armados del Senado aprobó una iniciativa, incluida en un proyecto de ley de gastos militares, que exigiría al Pentágono cambiar en un plazo de tres años el nombre a esas bases militares y eliminar los símbolos confederados que existan, lo que pondría en un aprieto a Trump.

La aprobación de la iniciativa demócrata se hizo con el apoyo de senadores republicanos, en una nueva muestra de que se está ampliando el consenso sobre este asunto, en el que el presidente Donald Trump, al igual que en el de las protestas raciales, parece cada vez más aislado.

Ni Cristóbal Colón se salva de las protestas

Monumentos a Cristóbal Colón han sido vandalizados en varias ciudades de EE.UU., en el contexto de las protestas raciales que sacuden al país tras la muerte de un afroamericano a manos de un policía blanco. Las estatuas de Colón en al menos cinco urbes estadounidenses han sufrido desde el martes los ataques de manifestantes críticos con su papel en la colonización del continente y los efectos de ella en los nativos americanos, un debate presente en EE.UU.

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