Determinar si fue bien aplicada la ley, es la misión de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) cuando conozca un recurso de casación sobre la condena a 30 años de un tribunal de segundo grado contra una joven.
Es el caso de una joven de 24 años que fue condenada a 30 años de prisión tras grabarse simulando asfixiar a su bebé para presionar al padre de la infante para que responda económicamente, ya que nunca se hizo cargo de la misma.

Tanto la defensa como la familia de Belkis Brazobán, quien está recluida en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Mujeres, están pidiendo que sea absuelta de la condena máxima por barbarie y tortura impuesta en junio de 2019 y que en enero del presente año le fue ratificada.

Su abogada recurrió en casación al considerar que los jueces de primer grado como los juzgadores de la corte basaron la sentencia de manera subjetiva en lo que respecta a la parte sentimental y se apartaron en la parte de la objetividad conforme a la norma.

El proceso está a la espera de que la SCJ fije fecha para conocer la audiencia y que el caso sea revisado. Según explicó a este diario el abogado Plutarco Jáquez, el recurso de casación no ve fondo, sino que le permite a los jueces analizar si la ley fue bien aplicada o no, ya que no es un juicio a la prueba que hace, sino al procedimiento.

Indicó que lo único que la ley permite a la SCJ es determinar si los jueces anteriores actuaron de manera correcta con relación a la norma.

Explicó que la Suprema puede casar la sentencia y mandarla a otra corte, para que analice la prueba nuevamente y que es la corte que tiene la potestad de ordenar la celebración de un nuevo juicio.

La Suprema Corte de Justicia también puede rechazar el recurso de casación.

Casos de referencia

Para el jurista Néstor Arroyo los procesos no se pueden ver blanco y negro y muchas veces la jurisdicción, los fiscales y los jueces quieren hacer prácticamente casos de referencia normalmente con personas que no tienen quienes le defiendan.

Expresó que desde su punto de vista, la justicia penal, es una justicia en contra del pobre y que en este caso “evidentemente operó de esta forma”.

La condena

Belkis Brazobán fue condenada por barbarie y tortura.

A consideración del abogado Arroyo, el caso se pudo haber encajado con otro tipo penal, pues a juzgar por las declaraciones del padre de la bebé, quien dijo que la mujer hizo el simulacro para presionarlo, dijo que bien pudo ser sometida por abuso infantil, que conlleva pena de hasta 5 años.

“Si tu piensas, una mujer, sus condiciones (situación económica difícil), te están grabando, por eso hay un cómplice, ¿Por qué tú no lo sometes?”, dijo el jurista a elCaribe.

Indico que el elemento de la precaria situación para mantener a la bebé, y otro hijo de cinco años, pudo dar a entender de que haya sido una presión, que no supo manejar.

“Entonces busca un tipo penal distinto, no uno así para dar un ejemplo con alguien que quizás no merece una sanción tan alta”, agregó Arroyo.

Arroyo sostuvo que los testimonios de las personas de su entorno también pudieron contribuir a no “tronchar la vida de una persona joven y sus dos hijos”.

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