El periódico elCaribe cumplió este 14 de abril sus 75 años de fundado esa misma fecha en 1948, y los propietarios del gran diario. Ingenieros Manuel Estrella, presidente, y Félix García, vice, aprovecharon la efeméride para celebrarlo en grande, como debió ser.

Para el suscrito, elCaribe tiene un especial recuerdo incrustado en mi memoria, símil de un chip en esta era de inteligencia artificial, primero por ser el segundo diario que conocí, precedido por La Información, donde nací periodista contando 20 años en 1957, y elCaribe en su inicio, contando once años.
Recuerdo como hoy su primer número, vociferando un canillita:

¡elCaribe!, ¡elCaribe!, rayando las diez de la mañana en mi natal Santiago de los Caballeros, pidiendo a papá comprarlo, quien quedó viéndome, pero lo compró.

Porque cinco centavos, que era su precio inicial, era mucho en ese tiempo, recordando que tres panes grandes de agua costaban cinco centavos, la botella de leche con nata, sin bautizar, tres centavos, la libra de pollo, ocho centavos y la libra arroz de Siam dos centavos.

En formato tradicional standard, 24 páginas, insertaba tira de muñequitos, El Fantasma con su novia Diana con quien nunca casó, persiguiendo sin tregua a narcotraficantes, Dick Tracy con su teléfono-reloj que entendíamos parte de la fantasía, hoy una realidad, Mandrake El Mago, El Doctor Merengue diciendo cuanto quería al revés, Benitín y Eneas, procurado deleite diario de chicos y grandes.

En la edición dominguera, insertaba cuatro páginas de muñequitos en colores y sección cultural dirigida por el crítico de arte español Manuel Valdeperes, luego Pedro René Contín Aybar.

Su primer director fue el periodista norteamericano Stanley Ross, Rafael Herrera jefe de redacción, luego fue director Germán Emilio Ornes, acucioso periodista y escritor del libro: Trujillo, último César del Caribe, ávido lector de tres libros a la vez, el primero que me pagó una colaboración de RD$5, un mundo de dinero entonces, tres cervezas Presidente RD$l.00, litro White Label servido RD$5.00.

En innúmeras ocasiones, Ornes me invitaba a cenar luego de escribir el editorial en el restaurant de Men el Chino, contiguo al cementerio, frente al parque Independencia, un filete con tostones, a RD$1.25.
Trujillo vendió a Ornes elCaribe porque en esos momentos pretendió desvincularse para fines internacionales (con EEUU) propiedad de otro diario, además de La Nación.

Un pie de foto donde reseñaba una nota tergiversada sobre la vivencia de Trujillo, marcó su distanciamiento de con Ornes, visitando ambos en ese momento EEUU, Trujillo comprando ganado en Kansas y Ornes comprando una nueva rotativa en Nueva York.

Como a Ornes le resultaba imposible cubrir las cuotas de crédito por comprar El Caribe, depositaba el valor en la SIP a su presidente Jules Dubois, y al retornar al país luego del ajusticiamiento de Trujillo, Ornes entregó al presidente Joaquín Balaguer los pagarés entregados a la SIP, y Balaguer ordenó al jefe del Ejército, general Luis Román, entregar elCaribe a Ornes, que luego vendió al banquero Alejandro Grullón y éste al ingeniero Manuel Estrella.

Ingresaron al elenco de redacción Francisco Comarazamy y Radhamés Gómez Pepín que cubría las noticias surgidas del despacho del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo.

Una misión periodística asaz delicada y peligrosa, porque un mínimo desliz podía costar la vida a Radhamés, y sus notas fueron indefectiblemente corregidas personalmente por Anselmo Paulino álvarez durante el tiempo que fulguró como el segundo hombre de poder del país, rol que le costó luego prisión y exilio.

Cuando Molina Morillo redactó desde Madrid cubriendo el viaje de Trujillo a España calculó en 30 mil los asistentes en las avenidas madrileñas, Anselmo Paulino le espetó cómo ponía esa cifra, añadiéndole otro número y poniendo 300 mil.

Carlos Curiel, cultura sin fronteras, Leoncio Pieter, Mario Alvarez Dugan (Cuchito), Rafael Molina Morillo, Francisco Alvarez Castellanos (Papy), José Goudy Pratts, Alvarito Arvelo, Miguel Guerrero, Max Alvarez, Salvador Bernardino, Torombolo, Diódoro Danilo, Sixto Espinosa Orozco y su columna Don Homo Bono y Arturo Industrioso, integraron el staff de redacción.

Original dispuso dos páginas de columnistas colaboradores, y entre los internacionales recuerdo a Grantland Rice, maestro de la crónica deportiva que tanto influyó en mí hasta debutar en La Información con una columna deportiva por inspiración suya.

Anthony Lewis, Stanley Karnow, Drew y Lester Pearson, Lowella Parson, reina de la crónica social de Hollywood, Bob Considine, Ramón Sender, Ramón Gómez de la Serna, Roscoe Drummond, Juan de Onis, Tad Szulc, Pearl Buck, Víctor Alba, Gloria Guardia, George Anne Geyer, periodistas de kilate rey, distinción cumbre Walter Lippmann, el más brillante y profundo de todos, pensador e historiador.

Todos fueron mis maestros a distancia, que hoy llamamos virtual, que nutrieron mis originales conocimientos y abrieron los surcos del manejo de la crónica, a quienes gratamente recuerdo y agradezco por abrir mis veredas en el intrincado, peligroso e incomprendido universo del periodismo.
Foro Público fue una temida sección de denuncias políticas donde no pocos perdieron sus posiciones, que Lipe Collado recogió en un pequeño libro.

elCaribe cambió formato standard por tabloide, y también de aquel logo de llamativas letras cursivas al actual.

Parabienes y larga vida al gran diario elCaribe, informando con su original:
“Sin favor, ni temor”
“Solo la verdad os hará libres”.
A sus propietarios Manuel Estrella y Félix García.
A su director el veterano y talentoso periodista Nelson Rodríguez.
A redactores y columnistas.
Al equipo técnico que diagrama el diario.
A prensistas y distribuidores que nos traen cada día elCaribe.

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