La carta del director de la CAASD

En nuestro artículo de la pasada semana concluíamos diciendo que el agua siempre ha sido un recurso natural vital con una valoración social que es inversamente proporcional a su abundancia, pues quien tiene mucha agua la valora poco y la desperdicia&#8

En nuestro artículo de la pasada semana concluíamos diciendo que el agua siempre ha sido un recurso natural vital con una valoración social que es inversamente proporcional a su abundancia, pues quien tiene mucha agua la valora poco y la desperdicia mucho, y quien tiene poca agua la valora mucho y la desperdicia poco, siendo necesario comenzar a pensar en un esquema de optimización del consumo del agua mediante la asignación de un volumen diario libre de costo equivalente a 150 litros de agua por persona y por día, y el consumo en exceso cobrarlo con una tarifa muy alta, de forma tal que la gente se vea obligada a economizar el agua gratis para no tener que pagar el agua cara, siendo esa la forma más eficiente de garantizar el ahorro del agua por parte de toda la gente.
Esos planteamientos encontraron muchas respuestas a favor del uso racional del agua, y una de las más positivas respuestas fue la recibida de parte del Arq. Alejandro Montás, quien desde su importantísima posición de Director General de la CAASD tiene a su cargo la gestión de la captación, tratamiento y suministro de 420 millones de galones de agua que cada día reciben los 3.5 millones de habitantes del Gran Santo Domingo, y quien habiendo tenido que enfrentar la grave sequía del período 2013-2015, y las fuertes presiones sociales y políticas que se reciben administrando agua escasa cuando no llueve, y los ríos y las presas reducen sus caudales a su mínima expresión, conoce bien, y de primera mano, la urgencia y la necesidad de reducir el gran desperdicio de agua mediante un amplio programa de orientación y educación a toda una población, que todavía no le da al agua el verdadero valor que ella tiene.
La carta del Director de la CAASD, Alejandro Montás, fechada el 20 de junio de 2017, dice lo siguiente:

Ingeniero
Osiris de León
Articulista El Caribe
Su despacho.

Estimado Ingeniero de León y amigo:
Usted siempre se ha preocupado por estar al lado de la preservación de los recursos de la naturaleza y de la vida: ayer lo volvió a demostrar en su artículo publicado en El Caribe titulado: “La cultura del desperdicio del agua barata”. Cuidar el agua es cuidar la vida. ¡Felicidades!
Ese apoyo firme a la vida, a la preservación de los recursos naturales, al ahorro del agua potable es altamente valorado por cada uno de los servidores de esta Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD).

Felicitamos que una vez más su voz se haya elevado para llamar la atención de los dominicanos sobre la necesidad de crear una cultura del ahorro del agua y nos alegra más que haya sido desde las concurridas páginas de El Caribe y desde el “Debate de Seguridad alimentaria, Nutrición e Inocuidad, organizado por la Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios de la República Dominicana (FENACERD).

En la CAASD confiamos que la opinión suya y del matutino El Caribe sea un motivo para que todos empecemos a ahorrar y a cuidar las fuentes acuíferas que alimentan del líquido a los sistemas de acueductos del Gran Santo Domingo y de todo el país.
Sinceramente,
Arq. Alejandro Montás.
Director General CAASD.

Agradecemos inmensamente la cortesía y la generosidad del Arq. Montás, y le aseguramos que desde nuestra columna y desde las páginas de El Caribe, siempre recibirá todo el apoyo necesario para lograr que el pueblo dominicano comience a sentar las bases para el establecimiento de una necesaria cultura de buen uso y ahorro del agua escasa, pues cada litro de agua desperdiciado estaba siendo esperado con ansias en algún otro hogar donde el agua no ha llegado. l

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