Durante los 22 años anteriores al 27 de febrero de 1844, la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de las tropas haitianas de la parte Este, donde en 1821 José Núñez de Cáceres proclamó el nacimiento del Estado Haití Español.

Bajo el ideario de Juan Pablo Duarte y los trinitarios, el 27 de febrero de 1844 se proclamó la independencia y se inició la guerra por consolidarla, la cual se prolongó hasta 1856.

Los haitianos intentaron varias veces volver a dominar la recién creada República, pero siempre fueron derrotados en el campo militar, hasta que en 1867 Haití reconoció la independencia dominicana.

Sin embargo, como la situación fronteriza no quedó definida después del conflicto, Haití siguió ocupando el altiplano central, donde están emplazadas las ciudades de Hinche, Las Caobas, San Miguel de la Atalaya y San Rafael de la Angostura.

Tras el tratado fronterizo de 1936 firmado por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, la República Dominicana terminó renunciando a esos territorios, más de 8,000 kilómetros en total.

Ocupación haitiana

A nueve semanas de que Núñez de Cáceres declarara la independencia, las fuerzas militares de Haití dirigidas por Jean Pierre Boyer ocuparon la nación.

Desde que Boyer tomó posesión de la parte Este de la isla, dispuso una serie de medidas con el propósito de asegurar su unificación.

La limitación de celebraciones de las fiestas religiosas, la prohibición de los juegos de gallos y de azar, la obligatoriedad de las labores agrícolas, el no uso del español en los actos y documentos oficiales, el cierre de la universidad, el reclutamiento militar de todos los jóvenes y el pago de los impuestos, fueron medidas que contribuyeron al disgusto y a la posterior revuelta contra el gobierno haitiano.

Juan Pablo Duarte

Juan Pablo Duarte fue quien inspiró y ayudó a dirigir la Guerra de la Independencia de 1844. Duarte, junto a otros ocho liberales, fundó en 1838 la sociedad secreta La Trinitaria, nombrada así porque sus nueve miembros originales se habían organizado en grupos de tres.

Cada grupo iba reclutando adeptos, manteniendo estricto secreto, con poco o nada de contacto directo entre sí, con el fin de minimizar la posibilidad de ser detectados por las autoridades haitianas.

En 1843, los trinitarios se unieron al partido liberal haitiano que derrocó al presidente Jean Pierre Boyer. Sin embargo, los trinitarios que participaron en el derrocamiento llamaron la atención del sustituto de Boyer, Charles Riviere-Hérard.

Este encarceló algunos trinitarios y obligó a Duarte a abandonar la isla. Durante su exilio, Duarte buscó sin éxito apoyo en Colombia y Venezuela. En diciembre de 1843, los rebeldes le pidieron a Duarte que regresara, ya que tenían que actuar con rapidez ante el temor de que los haitianos se dieran cuenta de sus planes de insurrección.

En febrero de 1844, como Duarte no había regresado por encontrarse enfermo, los rebeldes decidieron actuar bajo el liderazgo de Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, y Pedro Santana, un rico ganadero que comandaba un ejército privado de sus peones agrícolas.

Funcionarios haitianos abandonaron el país

En los días que siguieron a la proclamación de Independencia, todos los funcionarios haitianos salieron de Santo Domingo. Tomás Bobadilla y Briones, un jurista conservador que había participado en la anterior insurrección, encabezó la junta provisional de gobierno de la nueva república. El 14 de marzo, después de recuperarse de su enfermedad, el patricio Juan Pablo Duarte regresó y fue recibido con celebraciones.

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