La ingesta excesiva de alcohol y estupefacientes fueron el detonante para que las celebraciones de Año Nuevo de muchos dominicanos terminaran en las salas de emergencia, heridos de bala y armas blancas durante riñas y con traumas en distintas partes del cuerpo ocasionados en accidentes de vehículos de motor.

El ir y venir de las ambulancias del 911 y las unidades de la Policía Nacional y la Defensa Civil, era constante en los dos hospitales traumatológicos del Gran Santo Domingo, a donde también llegaban pacientes acompañados por familiares, allegados e incluso, desconocidos.

Es el caso de un hombre de unos 50 años, el cual fue llevado de emergencia al hospital Ney Arias Lora por voluntarios de la Defensa Civil tras sufrir un trauma cerebral producto de un batazo en la cabeza asestado por el conductor de un carro Honda Civic, luego que éste chocara levemente su vehículo en la calle 18 de Sabana Perdida.

Decenas de personas, algunas en estado de embriaguez, aguardaban en la puerta de emergencia, resguardada por agentes de seguridad, en busca de información sobre sus familiares.

Era el caso de una mujer que rogaba insistentemente por información sobre el estado de su esposo, quien una hora antes se había accidentado en una motocicleta en la calle 28 de Villa Mella.

Mientras tanto, en la emergencia del Darío Contreras, las camillas no daban abasto y los heridos se contaban por decenas en los pasillos.

Precisamente allí aguardaba una pareja de esposos con sus tres niños que resultaron con lesiones leves en un accidente de tránsito cuando viajaban desde Boca Chica a la Charles de Gaulle luego que el chofer del carro público en que se transportaban, supuestamente se quedara dormido y estrellara su vehículo en las proximidades del puente Juan Carlos. En ese mismo hecho, resultaron heridas dos agentes de la Policía Nacional, que iban en el asiento delantero, las cuales sufrieron traumas mayores en el tórax.

“Nosotros íbamos para donde mi mamá a pasarnos el día y parece que el chofer se durmió. Gracias a Dios estamos bien, dentro de lo que cabe”, explicó Wester Santana.

Aunque no ofreció estadísticas específicas, el relacionista público del centro, Darío Mañón, afirmó que el número de pacientes recibidos hasta poco antes del mediodía de ayer era 22 por ciento inferior al año pasado.

Explicó que la mayoría de pacientes atendidos sufrieron heridas de bala y traumas en accidentes de tránsito, especialmente motoristas que se transportaban sin casco protector.

Galeno cree no se deben levantar los horarios

El doctor Alejandro Soto, subdirector del Ney Arias Lora, explicó que contrario a otros años el número de heridos en accidentes de tránsito fue menor en comparación con los lesionados en riñas, ligadas al consumo de alcohol y estupefacientes. En ese sentido, dijo que no es recomendable liberar los horarios de ventas de bebidas alcohólicas durante las festividades ya que éstas alteran el estado de conciencia y provoca la pérdida de reflejos.

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