Se destaca cómo la mayoría de los dirigentes revolucionarios de la post guerra de abril de 1965 dejaron sus vidas en una lucha desigual, persuadidos de que la revolución socialista estaba a la vuelta de la esquina
En los fatídicos 12 años (que abarcaron los períodos 1966 al 1978) del severo gobierno de Joaquín Balaguer sirvieron para devastar, con asesinatos múltiples, a decenas de jóvenes revolucionarios que militaban en la “izquierda soñadora” de República Dominicana.
Balaguer, quien llegó al poder el 1 de julio de 1966, tras ganar las elecciones realizadas en el país meses después de terminar la Revolución de abril de 1965, gobernó con manos duras. Llegó como inquilino del Palacio Nacional como candidato por el Partido Reformista, pero provenía del grupo que gobernó junto a Trujillo durante su larga tiranía.
Cientos de jóvenes que militaron en organizaciones de izquierda -pero-también del democrático Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fueron asesinados y encarcelados. El régimen balaguerista no dio tregua a sus adversarios políticos.
El Movimiento Revolucionario 14 de Junio, el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Comunista Dominicano (PCD), fueron las organizaciones revolucionarias que más combatieron al gobierno de los 12 años.
Esas entidades tenían sus “frentes de masas” conformadas por organizaciones estudiantiles, sindicatos de obreros, organizaciones campesinas y de profesionales…esos grupos, liderados por jóvenes izquierdistas, también recibieron duros castigos por parte de las fuerzas militares y policiales al servicio del régimen.
Las organizaciones revolucionarias nacieron producto de la “resaca” dejada por la contienda bélica de abril del 65, que se produjo con miras a reinstalar en el Palacio Nacional al derrocado presidente constitucional profesor Juan Bosch, quien llegó a la Presidencia producto de las primeras elecciones democráticas -post el ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina- de República Dominicana, efectuadas el 20 de diciembre de 1962.
Los primeros cuatro años del gobierno balaguerista fueron “terribles”, según opiniones de personas que vivieron la violenta época. Durante esos años se violentaron las libertades públicas, las ideas democráticas y revolucionarias. El siguiente período resultó mucho más sangriento.
La década de 1970, tal vez, fue donde el gobierno balaguerista de los 12 años actuó sin piedad contra la oposición, especialmente poniendo énfasis en los grupos comunistas.
Las cúpulas de las organizaciones de izquierda eran dirigidas por los jóvenes más decididos en sacar del poder a Balaguer y sus “secuaces”.
Analistas de la problemática política de entonces calificaron a esos jóvenes revolucionarios como “soñadores”, porque creyeron siempre que la “revolución dominicana estaba al doblar de la esquina”, después de haber participado en la Guerra de Abril del 65.
Levantaron la bandera de liberación nacional y tuvieron como ejemplo la Revolución de Cuba, que nació el 1 de enero de 1959, comandada por Fidel Castro.
Pero también dentro de esos mismos dirigentes revolucionarios hubo quienes eran partidarios de las ideas de la Revolución China, dirigida por Mao Tse Tung y que triunfó en 1949. Además, otro segmento de la izquierda dominicana seguía la posición comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El PCD fue el partido (comunista) que seguía esos lineamientos del Marxismo Leninismo.
Los comunistas más firmes
Otto Morales, Amín Abel Hasbún, Maximiliano Gómez (El Moreno), Amaury Germán Aristy, Baldemiro Castro, Winston Vargas (Platón), Tito Móntez, Jorge Puello (El Men), Homero Hernández, Onelio Espaillat, Julio de Peña Valdez, Rafael “Fafa” Taveras, Eligio Blanco Peña, Plinio Matos Moquete y el abogado Guido Gil, eran los revolucionarios que con más firmeza combatieron al régimen balaguerista de los 12 años.
Con excepción de Onelio Espaillat, Jorge Puello y Blanco Peña, todos eran jóvenes revolucionarios cuyas edades oscilaban entre los 20 y 28 años… ¡comunistas en la flor de la juventud!
Germán Aristy, el más joven de todos, se estrenó como dirigente revolucionario. Participó del 31 de julio al 8 de agosto del 1967 en la Primera Conferencia de Solidaridad con los Pueblos de América Latina -OLAS- celebrada en La Habana, Cuba y que lideró Fidel Castro.
Según reportes históricos, Germán Aristy representó en ese evento al Buró Político del Comité Central del Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Y en la OLAS fue electo como su vicepresidente.
El Moreno, a quien muchos consideran como “el revolucionario más ilustre”, con absoluto dominio de los preceptos teóricos del Marxismo Leninismo, con menos de 25 años, se desempeñó como secretario general del MPD, el cargo más alto de esa organización.
El Moreno, quien era un obrero nato de San Pedro de Macorís -su oficio era tornero-, durante mucho tiempo no pudo desarrollar sus ideas comunistas. Fue apresado de actividades subversivas. Por lo regular, las acusaciones eran porte ilegal de armas de guerra, atentar contra la seguridad interna del Estado y asociación de malhechores, no necesariamente por comunismo, que aunque estaba prohibido, se omitía para no darle carácter político al expediente.
Matos Moquete, quien a los 23 años ya era doctor en Derecho, llegó a ser el comunista más buscado. Hasta que fue también apresado y acusado de cargos similares. Purgó poco más de un año en una solitaria de Mao y posteriormente trasladado a Elías Piña, torturado y donde apenas recibía pequeñas porciones de alimentos. Se afirma que “hasta carne de ratas” le servían en la cárcel.
Tito Móntez, Onelio Espaillat, Jorge Puello, Winston Vargas, Otto Morales y otros jóvenes dirigentes revolucionarios corrieron la misma suerte. Fueron apresados y golpeados de manera salvaje, mientras Balaguer justificaba esas actuaciones “porque esos comunistas atentaban contra su gobierno”.
Los asesinatos de la crema y nata revolucionaria
Balaguer, consciente de que el selecto grupo de jóvenes revolucionarios podía poner en “peligro” su gobierno, se trazó una seria meta: Ir tras “esos comunistas traviesos” e irlos apresando uno a uno. Y en ocasiones asesinándolos, según los más creíbles reportes de prensa.
El más peligroso, que era El Moreno, ya estaba preso…. igual que otros comunistas como Winston Vargas (Platón), Marte Polanco, Efraín Sánchez Soriano (Pocholo)… Otros revolucionarios, que lograron eludir el apresamiento, decidieron formar un organismo rebelde que bautizaron como Comando Unificado Antirreleccionista. En esa organización, se dijo, también había militares progresistas. El Comando Unificado Antirreleecionista se propuso liberar a los presos políticos comunistas.
¿Y cuál era el plan estratégico? Realizar una acción militar. Y esa acción, ya “madurada”, fue la de secuestrar al coronel del ejército de Estados Unidos Donald Joseph Crowley, quien era el agregado militar de la embajada de EE.UU. en República Dominicana.
El secuestro del coronel Crowley se produjo el 24 de septiembre de 1970. Y a cambio de su liberación se le solicitó al régimen balaguerista la excarcelación de 20 presos políticos (revolucionarios) encabezados por El Moreno y que guardaban prisión en la Cárcel Preventiva de La Victoria.
A Balaguer le dieron un plazo de 24 horas para que se cumpliera la exigencia de excarcelar a los revolucionarios. Se dijo que Balaguer recibió una petición de Estados Unidos para que accediera a la liberación de los detenidos, porque la vida de su agregado militar corría serio peligro.
Los reportes de prensa indican que “las negociaciones desembocaron en un acuerdo, mediante el cual el gobierno puso en libertad a los presos políticos solicitados, que fueron llevados a la embajada de México y trasladados a esa nación, acompañados del embajador Francisco Espartaco García”.
Los presos políticos liberados fueron los siguientes: Maximiliano Gómez, Alexis Ramírez o Roberto Matos Vallejo, Ángel Darío Alcántara, Clodomiro Gautreaux, Daniel Valdez Vizcaíno (Barón), Efraín Sánchez Soriano (Pocholo), Farouk Miguel Castillo, Héctor Dumariel Santana, Hugo Alfonso Hernández Alvarado, José Gil Torres, José Ignacio Marte Polanco, Juan Pablo Gómez, Luis Emilio Arias, Luis Larancuent Morris, Freddy Díaz (Manolo Plata), Manuel Antonio de Los Santos, Marco Antonio Santana, Maximiliano Gómez (El Moreno) , Miguel Reyes Santana (Santanita), Rafael Villa Cartagena (Villita o El Viejo), Ricardo Martínez y Winston Franklin Vargas Valdez (Platón).
Para los analistas políticos de la época, “quienes dirigieron el secuestro de Crowley cometieron un grave error político”.
A partir de esa acción, el régimen de Balaguer organizó una cacería humana. Fueron cayendo la mayoría de los presos políticos liberados… y otros que gozaban de libertad.
La muerte más sentida, por parte del MPD, fue la de su secretario general (El Moreno), quien murió en un apartamento de Bruselas. Dicen que fue envenenado junto a Miriam Pineno, hermana de Ramón -Monchín- Pinedo, quien también era dirigente del MPD.
Otto Morales, quien tras la muerte de El Moreno fue nombrado secretario general del MPD, también cayó asesinado al igual que Amín Abel Hasbún, Tito Móntez. Otto Morales fue quien dirigió el comando que secuestró al coronel Crowley.
La caída de Los Palmeros
El 12 de enero de 1972 se registró otro gran acontecimiento en el que estuvieron envueltos otros jóvenes revolucionarios. El suceso bélico tuvo lugar en las proximidades del kilómetro 14 de la autopista Las Américas. Cuatro jóvenes, liderados por Amaury Germán Aristy. Los jóvenes se enfrentaron a tropas de la Policía Nacional, el Ejército y hasta de la Fuerza Aérea.
Los rebeldes forman parte del grupo bautizado como “Comandos de la Resistencia”, también conocido como “Los Palmeros”. Se dijo que lucharon durante unas 15 horas, pero en una batalla desigual. Murieron los cuatro.
Los otros tres revolucionarios muertos en la batalla campal fueron Virgilio Perdomo, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco.
Balaguer, quien después de su duro régimen de los 12 años volvió al poder en 1986, para gobernar por otros diez años, se anotó un gran triunfo político al convertirse en el “aniquilador” de la joven izquierda revolucionaria dominicana.