Para hacer frente a los episodios de violencia como el escenificado por dos estudiantes en las proximidades de una escuela en el municipio de La Victoria, el Ministerio de Educación presentó ayer un programa, en colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que busca enfrentar los conflictos escolares de manera pacífica.
Apoyada en varios estudios locales realizados por el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE), la encuesta Enhogar Mics y del propio Ministerio de Educación, la representante de Unicef en el país, Rosa Elcarte, detalló que el 24% de los estudiantes dominicanos reporta recibir gritos e insultos de sus compañeros y profesores; un 15% reconoce haber faltado a clases como consecuencia del acoso o el maltrato por parte de otros estudiantes y el 63% sufre castigos violentos al interior de sus familias.
A nivel mundial otro estudio realizado este mes por ese organismo internacional revela que más de 150 millones de jóvenes entre 13 y 15 años interrumpen su educación por el acoso y las peleas físicas entre compañeros, situación que según Elcarte perjudica el aprovechamiento académico, la calidad de la educación y refuerza en la sociedad el comportamiento violento como vía para la solución de problemas.
Explicó que la Estrategia de Paz en las escuelas contiene un protocolo de buen trato y una guía práctica con técnicas de disciplina positiva para los docentes que ya está siendo aplicada en una primera etapa en 32 escuelas de Boca Chica.
“Los resultados de esta experiencia inicial han sido claros; 31 escuelas eliminaron la práctica de la expulsión de estudiantes como medida disciplinaria, 30 escuelas resuelven ahora sus conflictos mediante equipos de mediación en los que los estudiantes tienen dos representantes. En 25 escuelas se ha reducido la violencia entre los estudiantes”.
Familias y medios deben asumir responsabilidad
El ministro Andrés Navarro dijo que la escuela asumirá su rol, pero reclamó a toda la sociedad, especialmente a las familias y a los medios de comunicación, a asumir su responsabilidad en el tema. Explicó que la estrategia abarca un proceso de sensibilización, capacitación de la comunidad educativa y un diagnóstico para determinar la realidad de cada centro educativo.
