El presidente Luis Abinader invitó a los funcionarios que no deseen cumplir con el código de ética de su gobierno a renunciar desde ahora, porque no tolerará ninguna acción contraria a la transparencia.

A continuación su discurso, “Valores, Ética y Cambios”, en el Palacio Nacional:

Salutaciones.
Amigos de la prensa
Amigas y amigos,
Cuando en mi discurso de toma de posesión, como Presidente Constitucional de la República, me referí al acometimiento de cambios estructurales en los cimientos del Estado, me refería también a la consecución de una de las transformaciones más anheladas por el Pueblo Dominicano:

El ejercicio efectivo de la transparencia en las acciones de Gobierno, el fin de la corrupción política y el destierro definitivo de la impunidad de nuestro sistema jurídico y político, y de nuestra sociedad.

¡Con determinación lo estamos consiguiendo!

Y todo gracias al concurso de las distintas administraciones del Estado implicadas en este proceso, a la buena disposición de sus nuevos incumbentes y a la concientización de los funcionarios de mi Gobierno en lo que respecta al cuidado y el celo en la defensa y protección que debemos prestar los servidores públicos, a lo que es de todas y de todos.

Y sobre todo gracias al deseo de cambio de los ciudadanos que nos instruye cada día sobre la honestidad y el peso de la responsabilidad con que debemos ejercer nuestra función como representantes del pueblo dominicano.

Con quienes he firmado un acuerdo inquebrantable para acabar con años de latrocinio y dispendio del erario público.

Mi Gobierno no permitirá ni protegerá ningún atentado contra los principios de eficacia, objetividad, transparencia e igualdad que rigen las acciones de la Administración Pública, consagradas en el artículo 138 de nuestra Constitución.

Por ello, hemos puesto en marcha una serie de medidas, no limitativas, con el fin de acabar con la corrupción y los tentáculos que de ella se desprenden.

La independencia de la Justicia fue uno de mis primeros compromisos cumplidos con la ciudadanía y con el país.
Y al día de hoy podemos dar cuenta de que la administración de justicia en nuestro país goza de una muy buena salud, de una reconocida autonomía y de una visión amplia y justa de lo que es su trabajo, que no reconoce vacas sagradas porque la Justicia es igual para todos.

Por su parte, la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental que dirige la Dra. Milagros Ortiz Bosch, está dando ejemplo y mandando un mensaje claro a la ciudadanía de que una República Dominicana diferente es posible.
Que nuestro país no tolerará nunca más atropellos contra su gente.

El valor de la democracia está en la transparencia de las ejecutorias de sus gobernantes y en la ética que ha de acompañar a los funcionarios públicos.

Somos signatarios de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción y de la Convención Interamericana contra la Corrupción. Y como uno de los países fundadores de la ONU, nuestro compromiso como Nación va más allá de nuestras fronteras. Debe ser ejemplo de las sociedades modernas y democráticas que tienen como fundamento el compromiso con la transparencia y la honestidad.

Por todo ello me siento sumamente orgulloso de las acciones que se están desarrollando en todo el tren gubernamental con el fin de depurar las instituciones y limpiar nuestro Estado de las malas prácticas del pasado.

Y ese orgullo me conduce a estar complacido de acompañarles en este acto por el Día Nacional de La Ética Ciudadana, enmarcado en las celebraciones de la semana de la ética, que con el título “valores, ética y cambios” da inicio al curso básico de ética para servidores públicos y la presentación de las pautas éticas y de seguridad del sistema nacional de compras públicas.

Felicito al Ministerio de Administración Pública, en la persona del Ministro Darío Castillo Lugo, y a la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, por la firma de la resolución conjunta que declara, entre otras cosas, la obligatoriedad de que todos los funcionarios públicos deben conocer y asumir el compromiso con la transparencia, la pulcritud y la decencia en su desempeño como servidores públicos, a través de esta “Herramienta para combatir la corrupción”.

Y lo les agrego, les pido, cualquier funcionario que piense que no puede cumplir con este código de ética que renuncie hoy, renuncie hoy porque no vamos a aceptar ninguna otra acción que no sea la de cumplir ese código de ética con el cual estamos comprometidos con nuestros principios y con el país.

Los esfuerzos de mi Gobierno están dando frutos.

Y pronto nos regocijaremos de haber tomado este camino, que no es nada fácil, pero que no nos resulta imposible de transitar.
Bienvenidos funcionarios y funcionarias a esta gran escuela de la ética gubernamental.

La República Dominicana es una gran Nación y lo es en la medida que sus representantes públicos cuiden y protejan el patrimonio social, político y económico que tenemos y que ayuden a conservarlo como el más preciado legado que dejaremos a las generaciones venideras.

Gracias por ser parte del cambio que nuestro país se merece.
Muchísimas gracias a todos y todas. Y que Dios los bendiga siempre.

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