Previo al inicio del 30 de agosto el debate sobre el ajuste salarial, el presidente del Voluntariado GLBT, Yimbert Feliz Telemin, destacó que el salario mínimo está abierto a análisis no positivos.
“Se debe señalar que el efecto sobre el consumo solamente tendría lugar a corto plazo, ya que el coste aumentado de la mano de obra acabaría por trasladarse a los precios (generando inflación) y los trabajadores perderían el poder adquisitivo que habrían ganado en un primer momento”, explicó.
Le recomendamos leer:
Finjus entrega a la Cámara de Diputados lista de iniciativas que considera prioritarias
Más de 200 niños reciben terapias en centro de rehabilitación en Bayaguana
Condenan a 20 años de cárcel hombre que violó sexualmente a su sobrina
De igual manera, aclaró que un salario mínimo demasiado elevado puede tener un efecto nocivo sobre el desempleo, ya que podría expulsar a los trabajadores menos remunerados del mercado laboral.
Sostuvo que un salario mínimo de 15.000 pesos impediría acceder a un empleo a todas aquellas personas que no puedan exigir esa cantidad por su trabajo, por el simple hecho de que este aporta un valor inferior a la empresa.
Resaltó que los aumentos del salario mínimo en países no desarrollados, que no siguen la evolución de la productividad real solamente acaban fomentando el trabajo informal, y tienen poca incidencia sobre la vida de los trabajadores como de la economía. Por lo que el salario mínimo puede acabar perjudicando precisamente a los que se pretende ayudar.