Solo el Distrito Nacional y Santo Domingo tienen el IDH más alto

La República Dominicana se mantiene invicta en la lista de países con desarrollo humano alto. Las últimas métricas la colocan en el puesto 82 de 192 naciones. Sin embargo, a lo interno muestra marcadas diferencias en la distribución de sus riquezas y en el acceso a las oportunidades.

Estas discrepancias se sienten en sus territorios y se evidencian en las mediciones de brechas de género. “Más allá de los promedios persisten desigualdades estructurales que limitan una mejora significativa en la calidad de vida para todos los ciudadanos”.

La afirmación sale a relucir en la presentación de la Plataforma Territorial de Desarrollo Humano República Dominicana, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Según sus auspiciadores, esta herramienta constituye el primer hub de información multidimensional para la publicación de datos y análisis que pretenden poner en contexto las asimetrías en desarrollo humano a nivel de los territorios en los últimos 13 años.

El índice de desarrollo humano (IDHr) evalúa aspectos de salud, educación e ingreso en las diez regiones de planificación de la República Dominicana.

Potencial perdido por desigualdad

De acuerdo con los datos contenidos en la plataforma, a lo largo de siete años el país perdió alrededor de un 22% de su potencial de desarrollo humano debido a las brechas de desigualdad territorial en el acceso a servicios sociales básicos en salud, educación y generación de ingresos.

El índice de desarrollo humano en educación exhibió la mayor pérdida con 27.6% en el período señalado.
En los indicadores salud e ingreso, las pérdidas fueron de 16.1% y 21.6%, respectivamente.

Respecto a la distribución territorial, se evidencia un mayor nivel de desarrollo humano en la región Ozama (Distrito Nacional y Santo Domingo), única región de alto desarrollo humano.

El segundo lugar lo ocupan las regiones con desarrollo humano medio alto: Higuamo (San Pedro de Macorís, Monte Plata, Hato Mayor), Cibao Nordeste (Duarte, María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal, Samaná) y Cibao Sur (La Vega, Monseñor Nouel, Sánchez Ramírez).

Estas demarcaciones comparten progresos importantes en sus indicadores de desarrollo durante el periodo 2010-2022.

Provincias con desarrollo bajo

Por otro lado están las regiones que no resultaron tan favorecidas, y que se enmarcan en desarrollo humano medio bajo: Cibao Norte (Espaillat, Puerto Plata, Santiago) y Valdesia (Azua, Peravia, San Cristóbal, San José de Ocoa).

Estas últimas presentan un nivel de avance inferior a las regiones anteriormente mencionadas, porque, aunque han logrado importantes progresos en algunos indicadores, persisten brechas estructurales de acceso a servicios sociales para el ejercicio de derechos que limitan su potencial de crecer en las dimensiones del IDH.

En el otro extremo están las cuatro regiones con mayor rezago o desarrollo humano bajo. Estas son: Cibao Noroeste (Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez, Valverde), El Valle (Elías Piña, San Juan), Enriquillo (Bahoruco, Barahona, Independencia, Pedernales) y Yuma (El Seibo, La Altagracia, La Romana).

“Todas las provincias fronterizas pertenecen a estas regiones, evidencia de que enfrentan desafíos importantes en lograr la universalidad de acceso a servicios de educación y salud, además de oportunidades de trabajo decente para alcanzar niveles de ingresos dignos” destaca el documento.

El origen del problema

Este contraste entre las regiones se da por las brechas en la calidad de los servicios sociales, la distribución desigual de la inversión pública, mercados laborales segmentados y exclusiones sociales como la violencia de género y la discriminación.

No obstante, las regiones donde existen mayores privaciones tienen mayores oportunidades para acelerar los logros, destaca el análisis.

Por ejemplo, la región El Valle (Azua, Elías Piña y San Juan) exhibe la mayor tasa de crecimiento promedio del IDH durante el periodo 2010-2022 con 37.4%; pero esto no es suficiente para salir del grupo de desarrollo humano bajo, el tercero más bajo del país.

“En cuanto a la evolución del índice de educación, la región El Valle creció anualmente 5.2%, cifra tope a nivel nacional. Sin embargo, esta región permanece siendo una de las dos más rezagadas en materia educativa al ocupar la penúltima posición entre las 10 regiones de planificación del país, solo superada por Enriquillo. En referencia a la dimensión de nivel de vida y generación de ingresos, el 45.6% del ingreso se concentra en el quintil más rico, en tanto que el más pobre solo percibe el 6.1%”, detalla.

Para mejor planificación

Los datos presentados sirven como insumo estratégico para la planificación y el diseño de políticas públicas centrado en las personas de los territorios con el fin de orientar la política pública para lograr una mejor focalización de la inversión y el gasto público.

Recomiendan promover la generación, uso y actualización constante de estadísticas desagregadas a nivel territorial, que permitan evidenciar brechas e informar políticas públicas que generen mayores niveles de bienestar, con mecanismos de seguimiento sobre su evolución.

También establecer acciones públicas que generen resiliencia frente a eventos climatológicos expandiendo la gestión preventiva y reducción del costo de los desastres a través de iniciativas de fomento a medios de vida sostenibles y una mejor adaptación al cambio climático.

Recomiendan reformar políticas; más incentivos

Con miras reducir las brechas que impiden el desarrollo, el PNUD recomienda medidas catalizadoras como diseñar políticas públicas que incidan en el crecimiento económico inclusivo. Entre esas medidas figuran reformas en los mercados laborales con sistemas de incentivos para la productividad, especialmente en la zona fronteriza, como promover la inclusión de las personas en condición de pobreza.

En torno a igualdad de género, sugiere potenciar políticas transformadoras y diferenciadas con enfoque en las mujeres, así como profundizar a nivel de cada territorio sobre las normas sociales que promueven la desigualdad y aumentan la discriminación, causan mayores niveles de violencia, embarazos en adolescentes, y limitan la oportunidad de las mujeres para insertarse en los mercados laborales.

Posted in País

Más de panorama

Más leídas de panorama

Las Más leídas