Santiago. El director del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa), Wellington Arnaud, destacó el impacto que tendrá el saneamiento de Gurabo en la descontaminación de las aguas del río Yaque del Norte a su paso por Santiago.
El funcionario quien habló en el lugar donde se levanta uno de los parques que formarán parte de los atractivos en lo que será convertirá la ribera del arroyo, que contempla ciclovía, canchas y otros espacios recreativos.
Entiende que esta importante obra impactará más allá del millón de habitantes que tiene la provincia de Santiago, debido a que al río Yaque del Norte le dejaría de penetrar el 43 por ciento de la contaminación que actualmente llega desde el arroyo de Gurabo.
Arnaud destaca que en esta primera etapa abarca 5.2 kilómetros de la extensión del arroyo Gurabo, e inicia desde el puente avenida Salvador Estrella Sadhalá hasta la desembocadura del Yaque y contempla una inversión estimada de RD$1,392,412,575.
Las reglas
De acuerdo con las reglas establecidas, en el entorno del proyecto no se permitirá que las familias puedan regresar a ocupar la ribera de dicho arroyo. En el levantamiento hecho por las autoridades y la Corporación Ciudadana Santiago Solidaria se establece que en el trayecto del arroyo hay aproximadamente 4,585 familias, pero solo 1,200 recibirán las casas.
Ante las quejas de algunos beneficiarios de la estrechez de los apartamentos que serán entregados, el funcionario recordó las condiciones en que viven las familias en la actualidad en el Hoyo de Baitola y cómo será en sus nuevos hogares. Aseguró que esta obra cambiará la vida de tantas familias y personas humildes que necesitaban una mano amiga del Gobierno. “Empezaremos con este parque, luego con otros que estaremos entregando y luego la ciclovía de 3.3 kilómetros”.
Proyecto de obras se entregará por etapas
El directo de Inapa espera que a finales de este año pueda ser entregada la importante obra, aunque dijo que se hará por etapas. Se recuerda que a mediados del mes de noviembre del pasado año, el gobierno inició el desalojo de las familias que por más de tres décadas habían permanecido en casuchas improvisadas debajo del puente de Gurabito en esta ciudad.