Santiago. Las familias que resultaron afectadas por las inundaciones de ríos y cañadas en la comunidad de Gurabo en Santiago, siguen a la espera de ser trasladados a lugares seguros.Y es que pesar de que ya pasaron más de dos meses de que las lluvias arrasaron viviendas y provocaron el deslizamiento de terrenos, en barriadas como Hoyo de Cantala y en la calle 7 de Gurabo, donde al menos 15 familias que fueron desplazadas siguen a la espera de que las autoridades las reubiquen.
Mientras, hay otras viviendas que quedaron en pendientes y están a punto de desplomarse. “Por aquí apenas pasaron las cámaras de televisión y periódicos, pero ni funcionarios del Gobierno, ni de la alcaldía se han preocupado siquiera por saber si necesitamos un plátano o arroz”, expresó Luis García, uno de los afectados. “En algunas comunidades fueron y dragaron ríos y cañadas para prevenir que ocurran nuevos daños a viviendas, pero por esta barriada ni siquiera eso hicieron las autoridades”, puntualizó García.
Aislados
En la calle siete la situación es más dramática, debido a que los derrumbes no solo afectaron el puente que comunica hasta el barrio Cristo Rey, sino que afectó el paso y dejó incomunicadas decenas de familias. Para poder desplazarse hasta sus hogares, los residentes en esa zona deben escalar un barranco. Daniel García, residente en la calle siete de Gurabo, advierte que la comunidad recurrirá a métodos de protestas para poder ser escuchados.
“Estamos planificando levantarnos en protesta para que vengan en nuestro auxilio”, expresó García.
El drama que viven estas familias se repite en otros sectores donde también se registraron deslizamientos de tierra, como es el caso de Villa Verde, comunidad donde sus vías principales sufrieron daños de consideración.
Afectados esperan por viviendas prometidas
En el censo levantado por las autoridades de la Defensa Civil establecía que fueron 144 casas que colapsaron con las inundaciones. Para albergarlos se plantearon construir un proyecto habitacional en terrenos donados por la familia Bermúdez en la comunidad La Ciénaga, al norte de Santiago, aunque solo permitirá acoger a los propietarios de viviendas.
