Santiago. A un año seis meses de la puesta en operación del sistema de emergencia 9-1-1 en la región Norte, el servicio comienza a desmejorar debido al deterioro de unidades de motocicletas y la falta de ambulancias en algunos pueblos.

La mayoría de las patrullas motorizadas asignadas para salud pública, están arrumbadas en el patio del ayuntamiento de Santiago de los Caballeros, donde en condiciones precariedad permanece el personal.

Una fuente ligada al 9-1-1 dijo a reporteros de elCaribe, que la carencia de equipos dificulta que puedan ofrecer servicios vitales en caso de una emergencia de personas accidentadas y que requieran las atenciones médicas.

“La verdad, es que se están agregando otras provincias el 9-11-, pero están desatendiendo las que empezaron a funcionar hace un tiempo y eso perjudica a la población tanto de Santiago como de Puerto Plata”, adujo la fuente.

En el caso del municipio de Imbert, carece hasta de ambulancia. Para poder buscar un paciente debe hacerlo la que funciona en el vecino municipio de Altamira.

De acuerdo con la fuente, el 9-1-1 ha tenido que acudir al alquiler de ambulancias de la Cruz Roja Dominicana por la que tienen muchas veces que pagar la suma de hasta ocho mil dólares por cada unidad.

Recientemente este diario describió en una información la situación de estrechez del espacio cedido en la alcaldía de Santiago, ha obliga a que la mayoría de trabajadores del Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1 permanezcan en condiciones precarias y hasta durmiendo en cartones.

El temor a ser cancelados hace que la mayoría de empelados teman a denunciar las condiciones de hacinamiento. Algunos reconocen la necesidad perentoria de ser llevados a un nuevo espacio más acogedor. Desde hace más de un año, el gobierno inició la construcción de las instalaciones a donde serían llevados los empleados que ofrecen los servicios de emergencia.

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