La obesidad es una enfermedad metabólica crónica y uno de los principales desencadenantes de otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedades degenerativas y osteoarticulares, aumento de colesterol o un incremento de las probabilidades de sufrir algunos tipos de cáncer (de mama, útero y colon).

Cerca de 2.000 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso, el triple que en 1975. La obesidad se ha convertido en una prioridad en el ámbito de salud pública, por lo que son muchos los esfuerzos de los científicos para controlarla. Ahora, un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que la proteína Dido1 es clave en el desarrollo del tejido adiposo (grasa corporal) y tiene capacidad de prevenir la obesidad incluso en situaciones de alimentación con dietas enriquecidas en grasas.

La investigación, que describe las funciones de Dido1 en el desarrollo del tejido adiposo, se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Su objetivo es identificar los factores moleculares implicados, que podrían ser esenciales de cara al desarrollo de terapias que permitan su regulación y control.

Una mujer mide su peso en una báscula (Imagen de archivo de Infobae)Una mujer mide su peso en una báscula (Imagen de archivo de Infobae)

Mediante la generación de ratones genéticamente modificados, los autores identifican la capacidad de este gen para prevenir la obesidad. “El foco de nuestro laboratorio es el desarrollo de células madre y en los trabajos previos sobre la función de Dido1 habíamos observado que los ratones con mutaciones en el extremo amino terminal de la proteína presentaban un fenotipo diferencial: eran más delgados que los ratones silvestres”, señala Thierry Fischer, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC).

“Por este motivo decidimos comprobar cuales eran las diferencias en su metabolismo”, continua Fischer. El tejido adiposo es el principal órgano de almacenamiento de grasa y desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo sistémico y en las enfermedades relacionadas con la obesidad.

“Un tejido adiposo disfuncional puede inducir un exceso o una reducción de la grasa corporal (también llamada lipodistrofia). En este estudio, identificamos que la delgadez de los ratones mutantes se debe a una disminución del tejido adiposo y baja presencia de lípidos en sangre, incluso cuando sus condiciones de alimentación incluyen una dieta rica en grasas”, explica el investigador del CSIC.

0 seconds of 1 minute, 32 secondsVolume 0%Episodio: ¿Existe la vacuna contra la obesidad?

El 17% de los españoles sufre de obesidad

La obesidad en España ha alcanzado cifras alarmantes en los últimos años, convirtiéndose en una preocupación significativa para la salud pública. Según la Encuesta Europea de Salud, aproximadamente el 17% de la población adulta española sufre de obesidad, mientras que un 53% enfrenta problemas de sobrepeso. Este incremento se atribuye a varios factores, incluyendo cambios en los patrones de alimentación, con un consumo elevado de alimentos procesados y bebidas azucaradas, y una disminución en la actividad física.

La situación también afecta a la población infantil, donde se ha observado un aumento en las tasas de obesidad. Las autoridades sanitarias han expresado su preocupación por las consecuencias a largo plazo que esto puede acarrear, incluyendo un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

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