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Santo Domingo,- Muchos adolescentes pasan sus días bajo los efectos de la cafeína, y sus padres en su mayoría no son conscientes de los riesgos potenciales, según una nueva encuesta nacional.
Una cuarta parte de los padres reportaron que la cafeína es básicamente parte de la vida diaria de sus hijos adolescentes, según la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil C.S. Mott del Hospital Pediátrico de la Universidad de Michigan publicada el lunes.
Dos de cada tres padres dijeron que conocen si la ingesta de cafeína de sus hijos adolescentes es apropiada y qué productos contienen demasiada cafeína, según los resultados de la encuesta.
Sin embargo, un tercio de los padres no pudieron identificar los límites recomendados de cafeína para los adolescentes, encontraron los investigadores tras encuestar a poco más de 1.000 padres de EEUU en febrero.
“Nuestro informe sugiere que los padres quizá no siempre sean conscientes de cuánto deberían limitar el consumo de cafeína entre los adolescentes”, señaló la Dra. Susan Woolford, codirectora de la encuesta y pediatra de Mott. “Incluso para los padres que conocen las recomendaciones, estimar la ingesta de cafeína de sus hijos adolescentes puede ser un desafío”.
La mayoría de los adolescentes eligieron los refrescos como fuente de cafeína, y el té y el café ocuparon el segundo lugar, según los resultados de la encuesta. Menos de una cuarta parte de los padres dijeron que sus hijos adolescentes consumen bebidas energéticas.
Los adolescentes mayores son consumidores de cafeína con mayor frecuencia. Más padres de niños de 16 a 18 años que padres de 13 a 15 años reportan que sus hijos adolescentes consumen café a diario, encontró la encuesta.
“La cafeína es un fármaco que estimula el cerebro y el sistema nervioso, y un exceso puede contribuir a una variedad de problemas de salud en los jóvenes”, comentó Woolford en un comunicado de prensa de la universidad.
“Los cerebros de los adolescentes aún se están desarrollando, y el consumo excesivo de cafeína puede afectar a su estado de ánimo, al sueño y al rendimiento escolar, además de otros efectos secundarios”, añadió Woolford. “También pueden volverse dependientes con el tiempo, como ocurre con otras drogas”.
Dos de cada cinco padres de adolescentes que consumen cafeína la mayor parte de la semana dicen que es simplemente un ingrediente en el producto favorito de sus hijos. Menos de una cuarta parte dice que sus hijos consumen cafeína debido a sus compañeros, y aún menos piensan que es para ayudarlos a mantenerse despiertos o concentrarse mientras estudian.
“Dado que los padres parecen sugerir que los adolescentes consumen cafeína más por el sabor que por el efecto estimulante, quizá sea posible que los padres fomenten el uso de opciones de sabor similares que no contengan cafeína”, planteó Woolford. “Pero es posible que los padres ni siquiera se den cuenta de que los niños están bebiendo varias bebidas con cafeína al día y cómo se acumulan”.
¿Cuánta cafeína puede tomar un adolescente?
Los adultos sanos pueden consumir unos 400 miligramos de cafeína al día sin ningún efecto peligroso, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU Sin embargo, la FDA no ha dado ninguna guía para los adolescentes porque hay muy pocas evidencias científicas, dijeron los expertos.
La Academia Americana de Pediatría desaconseja el consumo de cafeína por parte de niños y adolescentes. Otros expertos sugieren un límite de 100 miligramos por día para los adolescentes.
Una taza de café de 8 onzas contiene unos 100 miligramos de cafeína, señalaron los investigadores. Pero la cafeína puede variar enormemente entre diferentes bebidas y productos. Los refrescos, las bebidas deportivas e incluso algunas marcas de agua pueden contener cantidades sustanciales de cafeína.
Una sola lata de bebida energética puede tener hasta 500 miligramos de cafeína, así como toneladas de azúcar.
Con frecuencia, la cafeína también se esconde en productos como la goma de mascar, las barras de bocadillos y los analgésicos de venta libre, señalaron los investigadores. Alrededor de un 60 por ciento de los padres encuestados dijeron que habían oído hablar de los riesgos de los productos con mucha cafeína, pero aproximadamente la mitad dijeron que rara vez miran las cantidades de cafeína cuando compran bebidas para sus hijos adolescentes, muestran los resultados de la encuesta.
El lugar más común donde los adolescentes consumen cafeína es en casa, encontró la encuesta, seguido de salir a cenar. Solo un tercio de los adolescentes consumen cafeína con amigos, mientras que una cuarta parte la consume en la escuela, según muestran los resultados de la encuesta.
“Los padres pueden reducir el riesgo de que sus hijos se vuelvan dependientes de la cafeína revisando las etiquetas de los productos antes de comprar cualquiera de estos artículos para su familia”, dijo Woolford. Los pediatras recomiendan que los padres estén atentos a las señales de que su hijo adolescente está consumiendo demasiada cafeína. Los efectos secundarios comunes pueden incluir insomnio, dolores de cabeza, irritabilidad y nerviosismo.
“Si su hijo adolescente consume cafeína con regularidad y tiene dificultades para dormir, o si parece nervioso, debe observar más de cerca si su consumo de cafeína es demasiado alto”, dijo Woolford.
Woolford anotó que, al igual que otras sustancias, el efecto de la cafeína disminuye con el tiempo, y las personas tienen que ingerir mayores cantidades para obtener el mismo impacto. Los padres no solo deben tomar medidas para limitar el consumo de cafeína en el hogar, sino que también deben hablar con sus hijos sobre la elección de otros tipos de productos en la escuela y con los amigos, dijo Woolford.
“Los padres deben considerar hablar con sus hijos adolescentes sobre el impacto negativo del exceso de cafeína, y luego explorar opciones sin cafeína que puedan probar juntos en casa, en la escuela o cuando salgan con amigos”, planteó Woolford. “Los padres también pueden pedirle al proveedor de atención médica del adolescente que les explique los riesgos de la cafeína y sugiera estrategias para reducirla”.