La no violencia activa y la paz (2 de 2)

IntroducciónComo dije al introducir la primera entrega, pensaba difundir el interesante y hermoso mensaje del papa Francisco para la celebración de la 50 Jornada Mundial de la Paz, comenzada por el papa Pablo VI el primero…

Introducción

Como dije al introducir la primera entrega, pensaba difundir el interesante y hermoso mensaje del papa Francisco para la celebración de la 50 Jornada Mundial de la Paz, comenzada por el papa Pablo VI el primero de enero de 1967, siguiendo el esquema mismo del mensaje y los subtítulos que traía. Pero al releerlo descubrí que cada frase de él es una joya, que valía la pena detenerse y valorarla una por una. De manera que me pareció mejor escoger el estilo literario de aforismos o el conocido actualmente como twits. Sin embargo, conservaré el agruparlos por subtítulos, cuando varios de ellos tengan un contenido semejante o se relacionen entre sí.

Así, pues, me propongo entregar el mensaje completo, citado textualmente, a modo de aforismos o twits, como hemos dicho. Lo haré en dos partes. Esta es, pues, la segunda entrega.

VI. Otros modelos de no violencia activa
26. Mahatma Gandhi y Khan Abdul: “La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes. No se olvidarán nunca los éxitos obtenidos por Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial”.

27. Las mujeres:
“En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia”.

28. Papa Juan Pablo II

• No podemos olvidar el decenio crucial que se concluyó con la caída de los regímenes comunistas en Europa.

• Las comunidades cristianas han contribuido con su oración insistente y su acción valiente.

• Ha tenido una influencia especial el ministerio y el magisterio de san Juan Pablo II. En la encíclica Centesimus annus (1991), mi predecesor, reflexionando sobre los sucesos de 1989, puso en evidencia que un cambio crucial en la vida de los pueblos, de las naciones y de los estados se realiza «a través de una lucha pacífica, que emplea solamente las armas de la verdad y de la justicia.

• Este itinerario de transición política hacia la paz ha sido posible, en parte, «por el compromiso no violento de hombres que, resistiéndose siempre a ceder al poder de la fuerza, han sabido encontrar, una y otra vez, formas eficaces para dar testimonio de la verdad».

• «Ojalá los hombres aprendan a luchar por la justicia sin violencia, renunciando a la lucha de clases en las controversias internas, así como a la guerra en las internacionales».

VII. La Iglesia y las religiones

29. “La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países, implicando incluso a los actores más violentos en un mayor esfuerzo para construir una paz justa y duradera”.

30. “Este compromiso en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia no es un patrimonio exclusivo de la Iglesia Católica, sino que es propio de muchas tradiciones religiosas, para las que «la compasión y la no violencia son esenciales e indican el camino de la vida».

31. “Lo reafirmo con fuerza: «Ninguna religión es terrorista». La violencia es una profanación del nombre de Dios”.

32. “No nos cansemos nunca de repetirlo: «Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia”.

33. “Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra».

VIII. La base familiar

34. “Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia”.

35. “La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón[16]. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad”.

36. “Por otra parte, una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre las personas y entre los pueblos no puede basarse sobre la lógica del miedo, de la violencia y de la cerrazón, sino sobre la responsabilidad, el respeto y el diálogo sincero”.

37. “En este sentido, hago un llamamiento a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca, no pueden servir de base a este tipo de ética[18]. Con la misma urgencia suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños”.

38. “El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre 2016, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios. El año jubilar nos ha hecho tomar conciencia del gran número y variedad de personas y de grupos sociales que son tratados con indiferencia, que son víctimas de injusticia y sufren violencia. Ellos forman parte de nuestra «familia», son nuestros hermanos y hermanas”.

39. “Por esto, las políticas de no violencia deben comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana”.

40. «El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo».

IX. Para construir la paz mediante la no violencia activa

41. “La construcción de la paz mediante la no violencia activa es un elemento necesario y coherente del continuo esfuerzo de la Iglesia para limitar el uso de la fuerza por medio de las normas morales, a través de su participación en las instituciones internacionales y gracias también a la aportación competente de tantos cristianos en la elaboración de normativas a todos los niveles”.

42. “Jesús mismo nos ofrece un «manual» de esta estrategia de construcción de la paz en el así llamado Discurso de la Montaña. Las ocho bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-10) trazan el perfil de la persona que podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de justicia”.

43. “Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos, para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades”.

44. “Es el desafío de construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a «aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso». Trabajar de este modo significa elegir la solidaridad como estilo para realizar la historia y construir la amistad social.

45. La no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto.

46. Todo en el mundo está íntimamente interconectado. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna».

47. “La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa”.

48. “El 1 de enero de 2017 comenzará su andadura el nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que ayudará a la Iglesia a promover, con creciente eficacia, «los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación» y de la solicitud hacia los emigrantes, «los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura».

X. Últimas recomendaciones

49. “Como es tradición, firmo este mensaje el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. María es Reina de la Paz. En el Nacimiento de su Hijo, los ángeles glorificaban a Dios deseando paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad (cf. Lc 2,14). Pidamos a la Virgen que sea ella quien nos guíe”.

50. «Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla”.

51. “En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común”.

52. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz».

Conclusión

CERTIFICO que en mi trabajo LA NO VIOLENCIA ACTIVA Y LA PAZ he citado completo y textualmente, a lo largo de todo él, el mensaje del papa Francisco de enero 2017 con motivo del 50 aniversario de la Jornada Mundial de la Paz.

DOY FE, en Santiago de los Caballeros a los cinco (05) días del mes de enero del año del Señor dos mil
diecisiete (2017).

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