El sector Educación recibe desde el año 2013 una asignación presupuestal equivalente al 4% del producto interno bruto (PIB). Fue el resultado de una ley cuya aplicación fue retrasada y comenzó su vigencia luego de reclamos sectoriales.
Ahora los médicos, y algunas instancias de las que reclamaban el 4% para Educación, están exigiendo que se le asigne el 5% del PIB al sector Salud. Y según los métodos de reclamo que están utilizando (huelgas en los hospitales públicos) quieren la asignación para ya, en el presupuesto del 2016, que fue aprobado en el último trimestre del 2015.
No dudamos que el sector Salud se merezca un presupuesto equivalente al 5% del PIB. Pero exigirlo para este año parece una insensatez, toda vez que las partidas se asignan cuando se diseña el presupuesto general de la nación y el del 2016 hace tiempo que es ley, con casi dos meses de aplicación.
Pero también hay que entender otros factores y necesidades. Por ejemplo, cuánto o qué proporción del PIB merece el tema de la seguridad ciudadana, las obras de infraestructura para el desarrollo del país. O la Agricultura, el Turismo que genera la mayor parte de las divisas que ingresan al país. Si a cada uno de estos cuatro servicios esenciales se les diera un 3% del PIB y a Salud lo que reclaman los médicos y que realmente merece, se estaría comprometiendo en solo seis actividades o renglones el 21% de la producción nacional.
No sería un reparto equitativo. Lo importante es saber cómo obtener esos fondos, porque la presión tributaria, que es la proporción del PIB que el Gobierno recauda a través del cobro de impuestos, apenas llega a un 14.5%.
¿Se puede hacer el aumento en la situación fiscal actual? Analice y responda usted. l
