La Asociación Dominicana de Empresas de Seguridad (Adesinc) denunció ayer que unos cinco mil guardianes están ofreciendo sus servicios desarmados debido a la disposición gubernamental que prohíbe la importación de armas cortas.En una comunicación el presidente de Adesinc, Bismarck Tavárez Caminero, consideró que esa medida incentiva la delincuencia y que ha provocado que más de 80 empresas de seguridad hayan perdido el 10% de sus clientes. Justificó que de continuar el impedimento, miles de guardianes podrían quedar sin sus empleos.
En una carta enviada al ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, la entidad establece que esos instrumentos son básicos para realizar los servicios en bancos, colegios, residencias, condominios, plazas comerciales, y otros establecimientos, porque el arma larga (escopetas), carecía de practicidad. En la misiva, la asociación indica que en el 2011 el ministro de Interior y Policía estuvo de acuerdo con las exigencias de ese sector y se comprometió a ponderar la situación.
El presidente de Adesinc indicó que las escopetas no aparecen de forma regular en el mercado y los establecimientos que optan por venderlas, lo hacen a un precio desorbitante, producto de la misma prohibición. “Este sector tiene como herramienta de trabajo el arma de fuego y sin ésta no podemos crecer, pero tampoco podemos satisfacer las demandas de los clientes que ya tenemos, por eso estamos perdiendo clientes”, explica en el documento.
Especifica que esa escasez está provocando que particulares (empresas y personas físicas) se provean de armas y se suministren sus propios servicios de seguridad con serenos nacionales y extranjeros, sin las regulaciones y fiscalización que poseen las empresas miembros de Adesinc y otras, creándose así una inseguridad mayor. Creen que la decisión incita a los delincuentes a robar las armas.
