La OPRET entregó ayer a 51 familias afectadas por el incidente en la construcción de la segunda línea del Metro, los recursos para que inmediatamente procedan abandonar la zona. El subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Trasporte (OPRET), Leonel Carrasco, indicó que no van a esperar a que desalojen el área para continuar con los trabajos. Y que la institución les dio un tiempo razonable para que efectúen sus mudanzas.
El total de las viviendas afectadas por la caída de un canasto de varillas alcanza la cifra de 29.
Dijo que en ningún momento las operaciones se han detenido, aunque desde el incidente no se ha vuelto a levantar canasto.
“La OPRET no tiene presupuesto para sacar a más personas, expresó antes los reclamos de moradores que piden ser incluidos en la lista de beneficiados.
Refiriéndose a las “manifestaciones violentas” por parte de algunos moradores del sector Gualey en contra de los ingenieros que trabajan en la obra, dijo que La OPRET tiene más de dos años registrando y estudiando la zona que comunicará el Gran Santo Domingo con la parte Este, a través de la segunda línea del Metro. Indicó que desalojaron 150 familias sin ningún inconveniente.
Como medida de prevención apuntó que acordaron con algunos residentes del ensanche Ozama para que desalojen sus casas cuando se estén colocando los pilotes que ahora medirán 20 metros para mayor precaución.
Residentes de la zona donde se construye la segunda línea del metro explicaron a elCaribe que cuando las maquinarias están encendidas “todo en la casa se mueve”. Ante esto, Carrasco explicó que esta situación se produce porque “los terrenos son pantanoso y las viviendas asentadas allí, están encima de un relleno orgánico, donde se produce reacciones químicas provocando hasta grietas en las estructuras”.
Luego de ser evaluada, una joven mujer embarazada, quien por de más tiene siete hijos, sale de las oficinas de la OPRET en su condición de inquilina del mencionado sector, con un cheque de 75 mil pesos.
