Antes del partido dominical de Licey-Águilas, fue bautizado un niño de 6 meses de edad en el terreno de juego del estadio Cibao.
Sus padres han querido que desde la infancia tenga el gozo y la fe de la mística aguilucha.
Los esposos Darwin Guerrero y Anyelina Paulino, que contrajeron matrimonio luego de que Darwin, se lo solicitara antes millares de fanáticos en las graderías del parque, tuvieron su primer hijo y volvieron, a darle testimonios a la fanaticada, no solo del nacimiento, sino de su pasión por las Águilas Cibaeñas y trajeron consigo, a otro Aguilucho desde Chiquitico.