Algunos creyeron que el helicóptero en que Amable Aristy se movía mientras encabezaba la LMD no era de su propiedad. Y se equivocaron.
El pájaro lo sigue acompañando. Durante la Semana Mayor se mostró con esplendor en el lugar por excelencia de los dominicanos ricos, Casa de Campo. Y lo hizo con los aires que orientan su nuevo rumbo, con Papá. Montaba un espectáculo que por repetitivo llegó a molestar.
Dicen que levantaba un tremendo letrero, y hacía círculos de larga duración, todo sobre playa Palmilla, ahí donde los potentados aparcan sus yates y botes. El show, por repetitivo, provocó temores. Si caía el letrero o el pájaro arrasaba con costosas embarcaciones. Pero no pasó de ahí. Sólo malos humores entre millonarios.