Cuando firmamos el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea en el 2008 nos convertimos en apenas el sexto país en el mundo con acuerdos de libre comercio con el continente europeo y los Estados Unidos.Esto nos brindaba una ventaja importante frente a países competidores, principalmente nuestros vecinos del istmo centroamericano. Sin embargo, el mes pasado, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, firmaron un acuerdo comercial con los 27 países que conforman la Unión Europea. Erosionándose una ventaja relativa con que contábamos.
Esta ha sido la realidad de las últimas dos décadas, la proliferación de acuerdos comerciales, uno motivando al otro, para igualar el acceso entre competidores.
Esto nos obliga a reflexionar y a percatarnos que debemos ser más activos en aprovechar el acceso que gozamos al importante mercado europeo, pues la entrada no ha sido gratis, ya que nos hemos comprometido a abrir nuestras fronteras. De hecho, desde el 2005 a la fecha los ingresos cobrados en las aduanas dominicanas se han reducido en un 40% fruto de los acuerdos comerciales que hemos firmado.
Competimos con Centroamérica en la atracción de inversión extranjera y en exportaciones. Un elemento importante para empresas extranjeras es que la Unión Europea exigió a los seis países centroamericanos a conformar un único documento aduanero al momento de importar, así como poder movilizar productos europeos entre sus países sin tener que duplicar el pago de impuestos. Estos elementos de facilitación comercial y logística son bien valorados por empresas multinacionales.
Ahora bien, cuando vemos la cobertura de acceso de ambos acuerdos, el EPA que negociamos junto a Cariforo goza de un mayor nivel cuando se trata de productos altamente sensibles para la Unión Europea. Los dos productos más emblemáticos lo representan el azúcar y el banano. En el primero la Unión Europea solo otorgó una cuota a Centroamérica, sin un acceso mayor, mientras que nuestro país tiene un acceso prácticamente ilimitado. Para el caso del banano, la Unión Europea se comprometió a liberalizarlo pero solo de manera parcial, por lo cual siempre gozaremos de una ventaja arancelaria frente a los bananos centroamericanos.
Sin embargo, en productos industriales los europeos otorgaron un acceso libre y de manera inmediata a las exportaciones centroamericanas. Aquí se destacan las confecciones textiles, las cuales contaban con aranceles del 12% y bajo el acuerdo entrarán libres. También los calzados con tasas arancelarias de 8% y 17% estarán liberalizados.
El mundo sigue girando y con esto la proliferación de los tratados de libre comercio. Nuestro país inició temprano con acuerdos con los dos principales mercados del mundo, pero hemos sido muy tímidos en aprovecharlos. Aquí es donde estamos obligados a concentrarnos, en maximizar estos accesos que tan caro nos están costando.
