La Vega. Taveira Tavares es una artista conocida en esta provincia, las bisuterías y las muñecas de hojas de maíz que elabora son su mejor carta de presentación.El nombre que ha colocado a su taller (Hazlo Tú) y las piezas que se encuentran en su interior constituyen una muestra clara de que es una mujer emprendedora. Como ella, mucha gente en La Vega ha encontrado en el “arte de fabricar cosas” una fuente para generar recursos económicos para vivir.
Sin embargo, hay piedras en el camino. “En La Vega hay muchos cruces de intereses y no se ofrece el apoyo que los artesanos requieren. En otras provincias que son más pequeñas una nota que se respalda más a las personas que desean trabajar”, expone Tavares, en una conversación con periodistas de elCaribe, que se trasladaron desde Santo Domingo hasta su pueblo para palpar la situación.
Los artesanos veganos han recibido una serie de cursos del Banco Adopem, del Ministerio de Cultura, de Federación Dominicana de Artesanos, del Programa de Apoyo a la Pequeña, micro y Mediana Empresa (Promipyme) y del Ministerio de Industria y Comercio, entre otros, pero no han podido conformar el anhelado clúster que les permitiría, por ejemplo, comprar juntos y no de manera individual las materias primas que emplean para sus creaciones. Ha faltado unificación entre los artesanos, de eso dieron testimonios otras personas entrevistadas por este diario.
En los pueblos de esta zona se ha ido produciendo una especie de “cruce o hibridación” de la artesanía pura. Actualmente se mezclan el barro, el yeso y otros materiales que permiten “dar forma a las ideas”. En la Asociación de Artesanos, que dirige Taveira Tavares, hay 39 miembros, aunque la cantidad debiera ser mayor, según sus expresiones. De la artesanía directamente se benefician más de cien familias, de acuerdo a números obtenidos en la citada organización.
A la cabeza de una de esas cien familias está José Valerio, propietario de D´ Tania Artesanía, ubicado en la calle 4, del sector Villa Lora. Valerio, que se inició hace siete años en la artesanía aspira a exponer su producción en algún sitio turístico, de esos donde llegan extranjeros que al marcharse del territorio dominicano no encuentran un recuerdo para llevar a sus países de origen. El artista logró hacer un tránsito de oficio en su vida, pues antes laboraba en una ferretería, pero por vía de un amigo aprendió a sacar provecho al yeso.
Entre muchos de los artesanos de la llamada “culta y olímpica Vega Real” existe una especie de consenso, en el sentido de que la actividad no ha caído porque siempre se están capacitando mujeres y jóvenes y diversas instituciones se mantienen dando cursos.
“Eso posibilita que mucha gente puede trabajar desde el hogar y a la vez le quita un poco de presión al Gobierno, porque hay menos personas desempleadas”, sostienen. Las mercancías son asequibles al público, pues no tienen un elevado precio.
Facilidades
La presidenta de la Asociación de Artesanos de La Vega plantea que “resultaría importante si el Gobierno le otorga facilidades donde los artesanos puedan conseguir los materiales que utilizan a precios asequibles y a crédito.
“Eso sería una especie de bendición, pues daría vida a una actividad que tiene un peso en la economía hogareña de La Vega”, dijo Taveira Tavares.
Los artesanos veganos dicen que aspiran tener algún acercamiento con el Centro de Competitividad Industrial (Proindustria).
