Ashley Fiolek: la dama del motocross

A primera vista, lo que sorprende es que esta jovencita no sea la típica rubia de Florida dedicada a cuidar su bronceado y modelar su cuerpo…

A primera vista, lo que sorprende es que esta jovencita no sea la típica rubia de Florida dedicada a cuidar su bronceado y modelar su cuerpo escultural en un micro bikini. Su desafiante mirada, que sale de sus expresivos ojos azules, desmienten el patrón para describir la audacia de una chica extremadamente apasionada del motocross, un deporte donde abunda la testosterona, pero que Ashley ha conquistado, hasta convertirse en la reina entre las de su género.

En tanto, lo más sorprendente no es esto: es que la joven, que el próximo 22 de octubre de 2011 cumple 21 años, sufre de sordera congénita. El trinomio sordera-motocross-mujer hasta podría resultar sorprendente, pero no hay duda de que su historia retrata que no hay patrones para soñar.

Con 226 libras y montada sobre una motocicleta Honda 250cc es «la sensación del motocross femenino». Ha sido la primera mujer contratada por una franquicia, el Honda Red Bull. Aún cuando todavía pone el cambio neutral por accidente, ha ganado 13 títulos nacionales amateur, representó al equipo Honda Red Bull Racing en el WMA Championship 2009 y en los recientes X Games 15, ganando su primera medalla de oro.

Enfocada en su carrera, con la persistencia como su mejor aliado para vencer, compite con sus botas llenas de lodo y corriendo en terreno de altos y bajos, quizá sin la menor intención de cambiar el mundo, pero sí de ir tras lo que más ama. Y si la historia tiene una moraleja, es que la única barrera que puede detenerte en la búsqueda de la felicidad eres tú mismo.

¿Cómo describirías tu vida sin audición?
¡Ha sido una vida increíble! Yo nací sorda, pero siento que no me he perdido de nada. Ser sorda es lo que soy y como he llegado a ser lo que soy.

De por sí, los deportes son considerados «algo» de hombres. Pero el Motocross definitivamente es masculino. La pregunta es obligada: ¿Por qué entre tantos deportes escogiste éste?
Mi papá fue quien me introdujo al motocross cuando era pequeña y me enamoré de este deporte de inmediato. Tuve mi primera moto a los 3 años y a los 7 ya estaba compitiendo. Aún a veces es difícil y frustrante estar involucrada en un deporte dominado por hombres, porque entiendo que a las mujeres se nos trata diferente y no nos dan el mismo reconocimiento que a ellos.

¿Qué es lo que más disfrutas de este deporte?
Me encanta el desafío que implica y por supuesto ganar (risas). Es increíble sentir que puedes volar cuando estas en la pista, y poder competir es muy divertido. Se necesita mucho esfuerzo y trabajo para lograr que la gente te reconozca, pero yo compito y me arriesgo por mis fans, porque me hacen sentir bien que alguien aprecia mi trabajo.

¿Practicar este deporte te ha restado popularidad con los chicos?
Creo que es mucho más fácil estar cerca de los chicos por el deporte. A ellos les gusta que yo corra y además les gusta correr conmigo y compartir conmigo por el deporte.

Nunca dejarse vencer. Nada es imposible si puedes soñarlo y tu familia y amigos están contigo.

¿A qué le tiene miedo una joven que pasa su tiempo esquivando baches y acelerando en suelo pedregoso?
(Risas). Ummm… a las culebras y a los back flips (giro de espaldas con la moto) en tierra firme. Lo he hecho en foam, ¡pero nunca sobre tierra!

¿Qué crees has ganado al tener problemas de audición?
Lo más importante es que siempre tengo que estar muy pendiente de que no venga nadie atrás de mí antes de cambiar de línea, no quiero sacar a nadie o a mí misma de la pista. La mayoría de los corredores pueden escuchar cuando tienen a alguien atrás, pero yo tengo que verlos. Yo también tengo a un intérprete conmigo y pues a veces eso es difícil.

Dicen que la deficiencia de un sentido potencia otro. ¿Cuál de tus otros cuatro sentidos sería el más desarrollado?
Definitivamente la visión. Tengo una increíble vista periférica y siento que veo cosas que muchas otras personas no ven.

¿Alguna vez tus padres se opusieron a que compitieras?
Aunque ellos siempre me han apoyado, no siempre les gusta. Los X Games, por ejemplo, son muy peligrosos, pero ellos saben que es algo que deseo de corazón y tratan de no pararme.

¿Los deportes han «masculinizado» tu forma de vestir?
Bueno, yo no uso vestidos en la pista, pero aun así creo que soy una niña bonita, así que siempre uso pantalones y camisetas rosadas que me hagan sentir sexy (risas). Y también tengo zapatos sexys rosados. ¡Ahhh!, y claro, mi gorra rosada de Red Bull.

Un poco más….

Ashley sigue ante todo muy sencilla. Le desespera tener que limpiar la casa y confiesa que no es para nada buena en la cocina, pero si con algo la conquistan es precisamente con una rica comida, preferiblemente una cena. Le encanta su condición especial, que de alguna manera ha sido la clave para evadir los comentarios negativos y a los contrincantes que intentan asustarle en las competencias. Dice que si algo tuviera que cambiar en su vida, sería ser un poco más alta. ¿Qué le da paz? «Dios y mi fe».

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