Las recientes calificaciones otorgadas al Banco Popular por entidades internacionales constituyen un justo reconocimiento a casi cinco décadas de operaciones, que lo han convertido en líder de la banca privada. Sus logros han fortalecido las garantías a los ahorristas y usuarios de los servicios que ofrece desde hace 49 años, cumplidos hace pocos días, y servido de pauta a los demás bancos comerciales del país. Son esos reconocimientos, además, inequívocas demostraciones de la estabilidad del sector financiero dominicano y del manejo escrupuloso del dinero de quienes han confiado sus ahorros a un grupo empresarial que marcha también a la vanguardia en materia de innovación tecnológica bancaria.

Los números que cada año el banco y el Grupo Popular dan a conocer de sus operaciones evidencian, asimismo, las razones por las que mucho más de un millón de relacionados, entre inversionistas y ahorristas, se han mantenido fieles al Banco Popular. Su nombre es parte de la marca país y son muy pocas las familias dominicanas que no hayan estado alguna vez ligadas o realizado negocios con el Popular.

Fundado a comienzos de la década de los sesenta del siglo pasado, por visionarios empresarios encabezado por Don Alejandro Grullón, con el respaldo de compañías establecidas en distintas áreas del quehacer económico, entre las cuales cabe mencionar al grupo Vicini, este banco, manejado con prudencia por tres generaciones de notables banqueros, ha sabido ganarse el favor y el respeto del público y es hoy la más fuerte institución de su género en el país.

Sus innovaciones, tecnológicas y administrativas, adecuadas a las exigencias cambiantes de las nuevas realidades de una economía global, evidencian la visión estratégica de su actual liderazgo encabezado desde hace años por Manuel Grullón. Su medio siglo de existencia le hace justicia a su liderazgo.

El Banco Popular Dominicano (BPD) cumplió ayer sus primeros 49 años de servicios en la República Dominicana, motivo suficiente para que sus clientes, accionistas y los dominicanos en general miremos hacia esa empresa, de larga data y contribución a la Nación.

El Banco Popular ha sido un pilar del desarrollo económico, social e institucional del país, y sus aportes al crecimiento no requieren de mucha presentación. Están a la vista de todos.

El liderazgo del Popular, como se le nombra entre los dominicanos, ha permitido situarlo entre las empresas más admiradas, lo que se refleja en los reconocimientos sucesivos por la calidad de sus servicios, por prestigiosas publicaciones internacionales, como EuroMoney, LatinFinance, The Banker, World Finance y por las firmas calificadoras de riesgo como Ficht Ratings y Feller Rate.
El Banco Popular, cuyo nacimiento marca una nueva etapa en la vida económica nacional, es una empresa de valor social permanente, uno de los símbolos del crecimiento económico y social dominicano.

Celebremos este feliz aniversario, que coincide siempre con un nuevo período, siempre lleno de esperanzas, y felicitemos a su personal, a través de su presidente, Manuel A. Grullón.

Solidaridad empresarial

Sobran razones  para que se diga que los dominicanos “somos un pueblo muy especial”. Con todo y nuestros lastres,  rezagos y padecimientos, noa dejamos de mantener actitudes estimulantes, ese  sentimiento que nos presenta como solidarios y alegres.

¿Cómo interpretar una competencia sana que se está manifestando entre algunos  prestadores de servicios y consumos en medio de la aplicación de la reforma fiscal?

Se puede decir que estamos ante una manifestación novedosa de publicidad, pero preferimos verlo como una expresión solidaria de empresarios que no sólo ven las ganancias, sino oportunidades para expresar una actitud de colaboración de múltiples efectos.

Bien para ellos que promueven una cultura comercial amigable, bien para los clientes que también se aprovechan para rendir sus ingresos y bien para la gobernabilidad, pues propician un aterrizaje suave del paquete impositivo. l