Buenas relaciones con Haití

La reunión celebrada el pasado martes entre dos comisiones de alto nivel de los Estados dominicano y haitiano en Juana Méndez, abre un capítulo interesante entre nuestras naciones en un momento donde todo parecía encaminarse a un conflicto diplomátic

La reunión celebrada el pasado martes entre dos comisiones de alto nivel de los Estados dominicano y haitiano en Juana Méndez, abre un capítulo interesante entre nuestras naciones en un momento donde todo parecía encaminarse a un conflicto diplomático. A raíz de la nefasta e inhumana sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, que afecta la nacionalidad de una gran cantidad de dominicanos de origen haitiano, el país se ha visto en una situación de defensiva internacional porque la diplomacia haitiana ha sabido explotar los desaciertos de esa sentencia y ha colocado a la nación dominicana en una especie de trance diplomático. Cuando tanto el presidente venezolano Nicolás Maduro como el cubano Raúl Castro emitieron sendas declaraciones diciendo que quien atacaba a Haití los estaba atacando a ellos y que nunca iban a dejar solo ese país, la situación de la República Dominicana parecía pender de un hilo muy débil a nivel de los organismos internacionales. Muchos radicales e históricamente antihaitianos y racistas quisieron llevar a que Danilo Medina arreciara sus ataques a los haitianos e incluso sugirieron un rompimiento de relaciones con la vecina nación. Pero el Presidente y sus colaboradores más sensatos entendieron el signo de los tiempos y apostaron a una salida concertada, de común acuerdo con los líderes haitianos.

Es así como se realiza esta reunión, en la que la comisión del Gobierno dominicano dio cátedras de cómo se maneja un Estado y logró que la República Dominicana pasara de la defensiva a la ofensiva a nivel internacional. En esa reunión expusieron y defendieron con claridad, firmeza y humildad la posición del Gobierno dominicano de que el Gobierno haitiano debe respetar el derecho que tiene nuestro país a poner todas las reglas para la migración haitiana, pero al mismo tiempo le mostraron  a los líderes haitianos que quienes dirigen la nación dominicana no albergan ningún odio ni actitud discrimintaria contra los nacionales de la nación vecina y que se están dando pasos concretos para la aprobación de una Ley Especial de Naturalización, la cual podrá resolver el grave problema creado por la absurda e inhumana decisión del TC, la cual ha sido la fuente principal de esta crítica situación que vive la relación entre las dos naciones.

De acuerdo a informaciones que poseo, la actitud de Gustavo Montalvo, como cabeza de la delegación, fue de mucha firmeza, dignidad y decoro, sin prepotencia ni arrogancia, pero defendiendo con altura la posición dominicana. Asimismo, la explicación que dio el doctor César Pina Toribio sobre la Ley de Naturalización Especial y sus implicaciones fue muy convincente y satisfizo las inquietudes que se albergaban en las mentes de los haitianos.

Esa reunión fue un gran éxito para el Gobierno y la nación dominicana. Y todo porque el presidente Medina y su equipo han entendido muy bien que la mejor forma de gobernar una nación es con visión clara, con respeto a los principios y a los valores y teniendo una actitud de concertar y no de combatir a quienes siempre deben ser aliados para lograr cambios profundos y positivos tanto para la Repúblca Dominicana como para cualquier nación del mundo.

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