Calientes

La Universidad de Yale halló que la temperatura afecta nuestras percepciones y acciones. El cerebro forma asociaciones cruzadas entre temperatura física y psicológica. Tibio el cuerpo, la gente actúa de manera más cálida; frío, es menos amable y generosa. Entibiar las manos de las personas aun brevemente, bastaría para acicatear respuestas positivas, que cooperen con una causa, por ejemplo. La relación aplicaría a la tradicional amabilidad dominicana, el clima caribeño nos mantiene siempre calentitos. En contraste, a medida que sube la temperatura ambiental, se intensifica la protesta popular. Quizá porque en verano se agudizan los apagones, la falta de agua y la imparable carestía. Esa calentura es sólo por disgusto y terrible.